Reggae, culto y baloncesto: RASTA Vechta el equipo sorpresa en Alemania

La mísmisima leyenda del reggae, Bob Marley, habría estado orgulloso. RASTA Vechta, que debe su nombre al álbum éxito de culto del cantante jamaicano “Rastaman Vibration”, es el equipo sorpresa de esta temporada en la easyCredit BBL alemana.

Al igual que el músico, el equipo de la pequeña localidad situada en el norte de Alemania, Oldenburg Müsterland, de apenas 31.000 habitantes, irradia a propios y extraños una especial atmósfera llena de vibraciones positivas, carisma y creatividad.

Ninguno de los padres fundadores del club, allá en 1975, y bautizado por ellos mismos como: “el club más guay del mundo”, habría imaginado que traerían en un futuro no muy lejano, el baloncesto profesional a la ciudad.

Todos tenían en común el haber sido alumnos del Gymnasium (falso amigo en nuestro idioma, ya que significa instituto) Antonianum School of Grammar, que tras finalizar sus estudios, querían seguir jugando y estar vinculados al baloncesto.Sin embargo, ninguno de los clubes registrados en Vechta quería acoger a este grupo de estudiantes  que en aquel momento eran catalogados como “exóticos”.

Reunidos en la barra del sótano Arnies Schänke, entre cerveza y cerveza, cómo surgen muchas veces este tipo de ideas que al principio parecen disparatadas, este  grupo de jóvenes apasionados del baloncesto decidió fundar su propio club. Pero, ¿cómo se llamaría? La  pregunta se hizo añicos cuando la voz de Bob Marley sonó en los altavoces con su “Rastaman  Vibration”.

El 26 de junio de 1979, RASTA se inscribió en el registro de asociaciones de la ciudad de Vechta.  Los miembros fundadores fueron Berndt Leemhuis, Josef Nieberding, Stephan Strey, Peter Thole, Albert Neteler, Aloys Warnking, Wolfgang Espelage, Matthias Buenker, Guido Lammers y Rudolf Lammers.

El público interesado en el deporte en este distrito alemán tradicionalmente conservador miraba al club en sus inicios con recelo. Incluso el periódico local Oldenburgische Volkszeitung llegó a publicar en su portada: RASTA, ¿una secta?. Hoy en día el medio es un colaborador del equipo que, en 2013 ascendió a la máxima categoría nacional desde la 3ªRegional.

Contando en la actualidad con el apoyo de las autoridades locales, se ha ampliado el pabellón RASTA Dome, equipado de una sala de entrenamientos que cumple con los altos estándares, y además, el club cuenta con 20 equipos adscritos a la SC RASTA Vechta  eV, con más de 300 miembros que practican el baloncesto en el “club más guay del mundo”.

Incluso financieramente  va por el camino correcto. El presupuesto actual, que aproximadamente alcanza los 2,7 millones de euros, se incrementará la temporada que viene en torno a los 3 millones, de acuerdo a los cánones que establece la competición. “Debería aumentar en un 30 o 40 por ciento” explicaba el empresario Niemeyer quien ha apoyado al club muchos años con su empresa.

Instalados esta temporada en la 3ª plaza de la tabla cuando ya se han disputado 24 jornadas, el recien ascendido de la Baja Sajonia se ha consolidado en la zona playoff, lo que ha sido una sopresa en el mundillo del baloncesto germánico.

“Nos sorprendemos a nosotros mismos. Estamos viviendo un sueño”, comentaba el presidente de RASTA, Stefan Niemeyer, en una entrevista con la Agencia de Prensa alemana. “Lo estamos disfrutando cada día”.

En el pasado, la experiencia de jugar en la máxima categoría nacional había durado muy poco. En la temporada 2013/2014, después del primer ascenso en la historia del club a la Bundesliga, el equipo descendió al final del año. Posteriormente, en la 2016/2017, tampoco fue capaz de mantener la categoría y solamente ganó dos partidos, récord histórico negativo en la historia de la competición. “Esa temporada fue un horror, nada funcionó”, añadía Niemeyer.

Incluso después del resurgimiento del club este verano de 2018, las perspectivas a comienzos de temporada no eran muy halagüeñas. RASTA comenzó la temporada con dos derrotas en las que el equipo apenas compitió. “Solo pensé: no otra vez, por favor”, comentaba Niemeyer.

Después de esto, el equipo se transformó por completo, y ganó diez de los doce siguientes partidos, irrumpiendo con fuerza en la zona noble de la tabla para sorpresa de todos. Incluso campeón y subcampeón, Bayern y ALBA, hincaron la rodilla en Vechta.

“Tuvimos la suerte de haber seleccionado a los jugadores correctos antes del inicio de la temporada. Eso es a veces como una lotería. Y además tenemos al entrenador adecuado, como es Pedro Calles. Él es el eslabón más importante de la cadena. Propone y deja jugar un baloncesto moderno.” explicaba Niemeyer.

El técnico español también se ha ganado en este tiempo a sus jugadores. “Pedro es muy, muy inteligente. Jugamos para él”, elogiaba el estadounidense Josh Young. “Pedro nos prepara a tope” señalaba el joven internacional Phiilpp Herkenhoff, jugador de 19 años que el pasado noviembre fue convocado por el seleccionador  nacional Henrik Rödl

La buena campaña del equipo también se ha visto recompensada con la participación de Calles en el reciente All Star de la Bundesliga dirigiendo al Combinado Internacional, sucediendo en el banquillo  a su admirado Aíto García Reneses. “Es una suerte poder tener la oportunidad de conversar y escuchar a Aíto, y sobre todo, seguir aprendiendo del mayor referente en los banquillos en la historia del baloncesto español.

El cordobés Pedro Calles, es con 35 años, el entrenador más joven de la Bundesliga. Formado en los Maristas de Córdoba, pasó por Plasencia dos temporadas, la primera como entrenador-ayudante y la segunda como primer entrenador, ambas en LEB Plata.

Tras su etapa en Plasencia, Pedro Calles decidió, como muchos otros españoles, hacer la maleta para marcharse a Alemania, donde trabajó los primeros tres años como preparador físico de los Arland Dragons. En 2015 recaló en su club actual, donde comenzó como preparador físico y ayudante, y como premio a su excelente trabajo, el equipo le nombró primer entrenador. Los resultados han demostrado que  la decisión del club fue la más acertada.

Sin embargo, al entrenador del equipo revelación no se le sube el éxito a la cabeza. “ Nuestro objetivo sigue siendo el mismo que a principio de temporada. Seguir trabajando en la mejora colectiva e individual. Quizá muy fácil decirlo pero mucho más complicado el realizarlo.”

La plantilla está formada por jugadores que en su gran mayoría afrontan su primera experiencia en la BBL, o bien que vuelven a tener otra oportunidad a este nivel tras varias temporadas compitiendo en otras ligas.

“En verano buscamos jugadores que quisieran dar un paso en la dirección correcta de sus carreras profesionales y que el hecho de venir a jugar a Vechta significara el paso correcto.”

Con respecto a su club, el entrenador opina que su idiosincrasia le convierte en especial. “Me gustan los clubes con personalidad, y me gusta saber en qué tipo de club trabajo. Estoy satisfecho que cuando los jugadores o los fans se identifican con los valores del equipo o con el estilo de juego que practicamos. Pero en lo que respecta a la cultura rastafari, yo soy quien soy, y no cambiaré mi propia cultura por otra”.

¿Qué papel juega la cultura rastafari en Vechta?

Algunos en Alemania incluso se cuestionaban con qué derecho la generación blanca fundadora de RASTA usó una música que representaba a los negros de la comunidad rastafari en sus orígenes. Desde otro punto de vista se puede considerar como simplemente música, además muy popular. Y el nombre adquirido por el club parece sonar mejor a los oídos que el cambio de nombre impuesto por el patrocinador de turno.

En un equipo que se ha caracterizado estos años por los continuos cambios de jugadores, el americano Young es el único que permanece en Vechta desde 2015, además de particiapar activamente con el club. Al capitán se le preguntó si existía realmente ese espíritu rasta o solo era una leyenda urbana. “Claro que sí. Tenemos a nuestra mascota Bob, y siempre suena la música de Bob Marley. Además Vechta es un lugar especial. Uno se siente aquí como en familia, y los fans son los mejores con los que he jugado en mi vida.”

Lo que no podrá nunca cuestionarse es que el baloncesto ha calado hondo en Vechta gracias a los Rastas, a los que el distrito conservador no les pudo arrebatar su nombre, que pasean por orgullo por la Bundesliga.

El club ha cambiado mucho desde aquel lejano 1979. Convertido en el equipo de moda actual, ha logrado que las miradas se dirijan a esta pequeña capital de condado que ha demostrado a todo el país que puede hacer algo más que dedicarse a la cría de caballos, a la agricultura y al mercado de rastrojos.