Ayer 15 de julio finalizó el plazo de inscripción de equipos en la Lega y el Victoria Libertas de Pésaro (conocido por el nombre de su patrocinador: Scavolini) no consiguió reunir los avales necesarios.

En las últimas fechas, los empresarios más importantes de Pesaro habían decidido salvar al histórico club italiano, pero con la condición de que el actual presidente, Enzo Amadio, saldara las deudas contraídas por el club. El plan parecía factible, y más contando con el compromiso de Valter Scavolini de continuar con el patrocinio, pero finalmente el presidente del equipo blanquirojo no cumplió su papel.

Así las cosas, 490.000 euros han separado al Scavolini de su desaparición, los 490.000 euros que Enzo Amadio no quiso pagar y que han finalizado con sesenta años de historia y con las ilusiones de una afición. Irónicamente, Amadio presentó su dimisión el día 14 de julio, horas antes de que expirase el plazo.

La afición del equipo ha sufrido dos golpes devastadores en los dos últimos años. El verano pasado se producía la muerte de uno de los héroes de la historia del Victoria Libertas, Alphoso Ford, y ahora el club está al borde de la desaparición.