CSKA de Moscú
Quinteto inicial: Holden (20), Brown (12), Granger (5), Dikoudis (13), Andersen (10).
Suplentes: Monya (6), Papaloukas (9), Muursepp (3), Savrasenko, Panov.
Baskonia
Quinteto Inicial: Calderón (13), Macijauskas (23), Hansen (3), David (11), Scola (10).
Suplentes: Vidal (4), Splitter, Prigioni (9), Gabini (7), Betts (5).
Árbitros: Brazauskas, Ankarali y Tsanidis. Eliminaron a Scola, Splitter y Betts por faltas personales.
Incidencias: Partido celebrado en el Olympisky Arena ante 13.500 espectadores.
El encuentro comenzó con un retraso de 25 minutos según la programación prevista. La organización puso como excusa que la duración de la primera semifinal fue mayor de la esperada. En realidad la causa fue el haber dado mayor importancia al espectáculo de baile previo al choque.
La primera posesión fue a manos de Calderón, titular en detrimento de Pablo Prigioni. La primera canasta fue para David Andersen, tras llevar a Scola al poste bajo, pero Macijauskas contestó rápidamente con cinco puntos consecutivos (un dos mas uno y una penetración). Holden empató el partido con un triple, pero Calderón también comenzó acertado desde más allá de los 6,25, y Macijauskas proseguía con su racha anotadora. Travis Hansen colocaba 8 puntos de ventaja en el marcador con un triple (5-13).
Tras este inicio arrollador por parte del Baskonia, sólo Dikoudis obtuvo provecho de sus acciones ofensivas. David se sumó a la fiesta con un tiro en suspensión, con poco más de 5 minutos disputados, todos los jugadores titulares baskonistas habían anotado. Dusan Ivkovic tuvo que pedir un tiempo muerto con 9 puntos en contra tras la segunda canasta de Scola. Monya sustituyó a Granger en un intento frustrado por dominar el rebote. Travis Hansen cometía su segunda falta personal justo antes de la irrupción de Papaloukas (con su nueva máscara) en cancha. El griego hizo reaccionar a su equipo, que recortó 4 puntos en dos jugadas, y Dusko Ivanovic paró el juego con un tiempo muerto.
El CSKA volvió a cancha con un nuevo planteamiento defensivo, presionando el saque de fondo rival, consiguiendo robar balones, pero Splitter se convirtió en el factor intimidatorio cuando salió a cancha reemplazando a Kornel David (que hizo su segunda falta). Ivanovic fue sancionado con una técnica por salirse del área destinada a los técnicos. El resultado tras los primeros 10 minutos era de 17-25.
Los segundos diez minutos confirmaron que Splitter está convirtiéndose en un jugador defensivo muy importante en defensa y en rebotes, tras desbaratar una penetración de Papaloukas. Calderón sacó dos importantes faltas a Papaloukas (consecutivas). Holden anotó dos triples seguidos evitando que la diferencia aumentase mucho, y lo consiguió, de hecho, tras una canasta de Andersen el CSKA se puso a tan solo dos puntos.
Ivánovic dio entrada a Roberto Gabini y Prigioni mientras que Scola desperdiciaba dos tiros libres. Tras unos minutos de atasco ofensivo, el CSKA se puso por delante por primera vez en el minuto cuatro de la segunda parte con un triple de Sergei Monya. El TAU tiró de casta, liderado por Scola, y a pesar de no conseguir fluidez ofensiva, apretando atrás y con el argentino como referencia interior, mantuvieron una ventaja de 3 puntos hasta su segunda falta personal, tras la que fue sustituido por Andy Betts.
El conjunto de Vitoria se mantuvo con un quinteto compuesto por suplentes durante tres minutos, en los que Splitter cometió su tercera falta personal y el conjunto ruso, liderado por Papaloukas remontó, consiguiendo empatar el encuentro, pero tras un nuevo tiempo muerto Ivanovic introdujo a un Kornel David que aportó serenidad al ataque vasco, junto a un Gabini que anotó desde lejos en momentos importantes.
La “segunda unidad” de Ivanovic rindió a buen nivel, Betts consiguió un dos mas uno que mantenía alejado al CSKA en el marcador. El TAU sabía que corriendo el contraataque sus opciones de éxito eran mayores, y consiguió llegar al descanso con siete puntos de ventaja a pesar de utilizar un quinteto poco habitual.
El segundo tiempo comenzó con la defensa baskonista como protagonista, entre Prigioni y Scola consiguieron un 4-0 de parcial que hizo al TAU superar la barrera de los 10 puntos de ventaja. El aspecto negativo fueron las tempranas terceras faltas tanto del capitán baskonista como de Kornel David. Los de Ivkovic cambiaron el planteamiento defensivo, poniéndose en zona, y en el siguiente ataque Scola cometió su tercera falta personal (minuto 4 de juego). Esta falta lo relegó al banquillo.
Holden volvió a asumir la responsabilidad anotadora y con cincu puntos seguidos puso a su equipo a 6 puntos, en un nuevo tirón de los anfitriones. El TAU entró en una fase de despistes, algo que queda reflejado en una posesión en la que se les agotó el tiempo y tras la que vino un triple de Brown. Calderón y Macijauskas volvieron a romper la zona rusa. El base extremeño corriendo el contraataque y no dejando formar la defensa, y Macijauskas anotando un triple tras su sequía desde que anotó el noveno punto (primer cuarto).
Precisamente fue el lituano el que dio la cara cuando Holden comenzó a anotar los tiros importantes. Gracias al jugador báltico, el tercer cuarto finalizó con un punto de ventaja sobre los rusos. Sin duda la cuarta falta de Scola había hecho mucha mella en los vitorianos.
En la reanudación Brown ponía a su equipo por delante nada más comenzar, e Ivanovic decidía el ingreso de Prigioni (compartiendo minutos con Calderón) Scola en pista a pesar de su delicada situación en cuanto a las faltas. En ataque el remedio surtió efecto rápidamente, (canasta del bonaerense en la primera jugada). En defensa, la cosa no fue tan bien, ya que el capitán del TAU tenía que resguardarse de la quinta personal.
En una mala jugada en ataque, tras desaprovechar dos posiciones de tiro claras, Scola cometió la quinta falta personal (en ataque) tras moverse en un bloqueo cuando preparaba el pick’n’roll con Prigioni. Tras esta catastrófica circunstancia para el TAU (más si cabe a falta de seis minutos y medio para el final), el partido entró en un período de desacierto por parte de los dos bandos.
A falta de 3:55, Calderón anotó un triple, y tras capturar el rebote ofensivo David, Macijauskas se inventaba una penetración con cambio de mano que elevó a 8 la diferencia. Papaloukas respondió con dos puntos, pero a pesar de sacar la falta, perdonó fallando el tiro libre. Macijauskas acabó de romper el partido con un nuevo triple que incrementaba la ventaja vitoriana. El CSKA, por su parte, siguió fallando tiros libres (8/25), y una canasta de David tras segunda opción mantuvo en 9 la diferencia.
En la última fase del encuentro se entró en el carrusel de faltas personales y ataques rápidos baskonistas que dejaron el encuentro visto para sentencia. Los de Ivanovic hicieron historia venciendo contra pronóstico a su mayor rival, el CSKA, clasificándose para la final de la Euroliga y rompiendo la estadística que apuntaba a una segura victoria local, como en las últimas ediciones de la máxima competición europea.