CSKA Moscow vs. Cibona 87-61
Unicaja vs. Panathinaikos 69-81
Partizan vs. Lottomatica Roma 84-76
Montepaschi vs. Fenerbahce Ulker 87-79
Después de 23 partidos seguidos ganados en el Martín Carpena, el Unicaja volvió a sentir en sus carnes el amargo sabor de la derrota ante el todopoderoso Panathinaikos. La última vez fue un 14 de diciembre de 2006 en un choque ante el Maccabi por 67 a 83, en un gran partido de Halperin. La derrota además llega en mal momento, porque los tropiezos en casa en el Top 16 se pagan doblemente caros. Así el conjunto ateniense se pone como líder en solitario del grupo G, y con un colchón bastante holgado como para no volver a repetir el fracaso de la pasada temporada.
El partido estuvo muy igualado durante tres cuartos, con ventajas por parte de ambas escuadras que no pasaban de los cuatro puntos. Como en el boxeo, ambos púgiles intercambiaban golpes, sin que ninguno de los dos cayera a la lona, para así llegar al asalto definitivo con todo por disputarse. Precisamente ahí, es donde se sintió más cómodo el conjunto de Obradovic, como en los viejos tiempos. Desde la defensa, cimentaron un triunfo soberbio para sus intereses. Sin excesos, sin mostrarse demasiado, sacaron todo lo que tiene que tener un equipo ganador, y dejaron con una sobresaliente defensa sin anotar al Unicaja ningún tiro en 7 minutos – tan solo dos tiros libres para un parcial de 2-15- para a partir de ahí dejar fluí r su juego ofensivo con más eficacia que nunca. Además, Jasikevicius volvió a jugar un buen baloncesto, pero destacó sobre todo un jugador que en cualquier otra escuadra sería una estrella y que anda por Atenas sin pena ni gloria: Drew Nicholas, que fue decisivo en el partido, anotando varios tiros clave en el despegue ateniense.
El juego en equipo guía al CSKA
“Hemos jugado un gran partido en equipo” declaró Ettore Messina en rueda de prensa tras vencer por 26 puntos al otro invicto del grupo la Cibona de Velimir Perasovic. Nadie puede llevarle la contraria al técnico italiano, ya que con esto se puede resumir perfectamente lo que ha sucedido en el Universal Sport Hall.
Los rusos volvieron a dejar en un tanteador muy bajo al rival – la semana pasada dejó en 48 al Fenerbahçe, esta tarde en 61 a la Cibona- gracias a una gran defensa tanto individual como colectiva. Tras una profunda reflexión el conjunto rojo, que encadenaba dos derrotas seguidas en Moscú y algunos partidos un tanto flojos en ataque, hoy consiguieron un equilibrio perfecto entre su defensa y su ataque. Sin grandes artificios, jugaron un baloncesto abierto, con muy poco bote y una gran rotación de balón – tanto atacando a individual como a zona- para encontrar situaciones francamente buenas, sobre todo con tiros medios y largos. Así, controlaron a la perfección un partido en el que los dos estiletes croatas, curiosamente, los americanos Anderson y Calloway, no entraron en rachas anotadoras ni de creación importantes, dejando patente el flojo rendimiento del equipo lejos de Drazen Petrovic.
Belgrado volvió a ser un fortín
El Pionir volvió a vestirse de gala para acompañar a la victoria al Partizan ante la Roma en su debut en casa en el Top 16. Los de Belgrado volvieron a demostrar que es uno de los equipos que mejor baloncesto práctica en Europa, y firmó tres cuartos de brillantes de baloncesto pleno para conseguir su primera victoria en esta segunda fase y mantener vivo el sueño de realizar una temporada similar a la pasada. Con una defensa muy buena, y un ataque muy fluido los de Vujosevic liderados por el completo partido de Novica Velickovic – 19+10 – y el primer tiempo letal de Uros Tripkovic – 5 de 6 en triples, con tiros imposibles en este tiempo- vencieron a un equipo que tuvo en Becirovic a su mejor hombre, aunque de nuevo lejos de su nivel de la primera fase-.
McIntyre fulmina
Tras el inesperado tropiezo en Zagreb, el Montepaschi Siena se ha recuperado con una balsámica victoria ante el Fenerbahçe. Los toscanos jugaron un buen partido, con ventajas que rondaron los veinte puntos durante gran parte del choque, ante un equipo que se mostraba de nuevo inoperante en ataque, y que solo veía el aro a través de Mirsad Türckan. Mens Sana, hizo un gran partido colectivamente hablando, pero con un bache en el último cuarto, que acercó a los turcos a ocho puntos de los italianos. Pero entonces, fue un gran McIntyre, el que cerró definitivamente el choque con un triple para firmar 24 puntos y 6 asistencias, siendo el mejor junto con Ben Eze.