Comienzo muy desacertado del Barcelona en ataque, con problemas para mover el balón frente a la buena defensa rusa. Unics Kazan, por su parte con un juego más ágil y encontrando ventajas con más facilidad. Pese a todo, el Barça con tres triples se metía de lleno en el encuentro e incluso se ponía por delante 8-9. Los de Bartzokas recuperaban la confianza y empezaban a lucir su buen juego, era Langford quien mantenía a los suyos en el encuentro. Tomic y Doellman, por parte blaugrana, marcaban diferencias y permitían la ventaja en el luminoso, en lo que era un duro y correoso encuentro. Al final del primer cuarto, 21-23 en el Basket Hall Kazan.
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El segundo cuarto se iniciaba con muchos errores de tiro de ambos conjuntos, tenía que pasar minuto y medio hasta la primera canasta, por parte de Justin Doellman que estaba cuajando un gran encuentro. Pero el show lo ponía Latavious Williams, que con dos mates espectaculares y gracias a sus rebotes e intensidad permitía a los rusos seguir cerca en el luminoso. Los de Pashutin se contagiaban de la energía de Williams e igualaban el encuentro. Correoso partido para ambos conjuntos, falto de ritmo y con muchos errores en el tiro; al descanso pequeña ventaja local 36-34.
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Tras el paso por vestuarios ambos conjuntos parecían tratar de aumentar el ritmo de juego, y era Unics Kazan quien se ponía por delante y conseguía dar mayor libertad a su juego. El Barça con grandes problemas sufría mucho ante la intensa defensa rusa y asistía impotente al vendaval, 9-2 de parcial. Solicitaba un tiempo muerto Bartzokas, tratando de rearmar a los suyos. Conseguían los catalanes mejorar su defensa, y frenaban la circulación de Kazan. De nuevo el encuentro se endurecía y las defensas ganaban a los ataques. Nuevamente eran Doellman y Tomic quienes mantenían con vida a los blaugranas y les daban oxígeno; y era Latavious Williams (con un doble-doble en puntos y rebotes) el que ponía la intensidad para los rusos. Al final del tercer periodo, 51-43.
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El “Helicoptero” de Starkville era un martillo pilón que rompía una y otra vez la confianza blaugrana, Unics Kazan olía a sangre y veía que el equipo de Bartzokas no reaccionaba. Era Navarro quien despertaba a los suyos, que conseguían un parcial de 2-16 en tres minutos y se metía de lleno en el encuentro. Con el partido igualado eran los rusos los que se atascaban y, de nuevo, aparecía Juan Carlos Navarro para liderar a los suyos. El capitán del FC Barcelona hacía posible una remontada increíble que remataba Justin Doellman.
Al final, victoria blaugrana en Kazan en un partido que tenían perdido hasta que aparecía un decisivo Juan Carlos Navarro que rompía la tendencia del encuentro y permitía la victoria de los suyos, 63-69.


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