Largo viaje el que realizaba Casademont Zaragoza para enfrentarse en una nueva jornada de la BCL ante Neptunas Klaipeda y así poder continuar con esa racha de victorias y sumar la sexta consecutiva, aunque le sería bastante complicado debido a las múltiples bajas con las que contaba Porfi Fisac para este encuentro.

Un comienzo de primer cuarto donde ambos equipos mostraban de forma clara donde iban a estar sus puntos fuertes para este encuentro: un equipo lituano que se encontraba muy cómodo en transiciones rápidas y en movimientos a través de si línea exterior, mientras que el conjunto maño hacía mucho daño desde el juego interior en el ataque estático. Tras un pequeño parcial que ponía por delante al equipo rojillo, un tiempo muerto por parte de los locales y una zona 3-2 a la salida de este provocaba un cortocircuito en el ataque zaragozano (al igual que el pasado fin de semana ante San Pablo Burgos) y lograban a duras penas mantener prácticamente la igualdad al final del primer cuarto (18-17).

La salida del segundo cuarto era calcada al final del anterior, con un Neptunas Klaipeda muy cómodo desde fuera y un Casademont Zaragoza sin saber como hacer daño a la defensa lituana. Fisac intentaría cambiar la dinámica defensiva con una zona 2-3 para parar la sangría que estaban sufriendo, pero los ataques que esta defensa estaba en pista se contaban por triples de los lituanos, por lo que las ideas para acabar con ese ataque comenzaban a desaparecer. Por suerte para los maños, el marcador al final de la primera mitad tendría solamente una diferencia de 10 puntos (43-33), porque con las dificultades que mostraban en ambos lados de la cancha.

Casademont Zaragoza quería volver a meterse en el partido desde el primer momento que salían de vestuarios y con unas defensas alternativas y algo más de paciencia a la hora de desarrollar el ataque y no excederse en los lanzamientos de 3, que además estaba siendo un día aciago desde el 6’75, el equipo lograba ponerse a tan sólo 5 puntos de diferencia y con lo que parecía un cambio total de la dinámica, pero no iba a ser más que un espejismo de lo que ocurriría a lo largo de este parcial. Un equipo zaragozano con grandes lagunas en defensa que veía como no podía proponer un ritmo de juego favorable a ellos y que poco a poco veía como los exteriores lituanos se enchufaban y conseguían rachas de tiros que los hacían letales, hasta el punto de volver a verse positiva la diferencia al final de este tercer periodo, dado que aún no se daba el partido por perdido (67-53).

Nicolás Brussino parecía salir al rescate de su equipo en el último cuarto al entonarse desde más allá del triple y ayudando a que el marcador estuviese por debajo de los 10 puntos de diferencia y mostrando al equipo que si se creía y se esforzaban el partido todavía podía ganarse, pero esa ilusión desapareció tan rápido cómo llegó. Volvían los errores defensivos y desaparecía la intensidad atrás, lo cual facilitaba el juego de Neptunas y conseguían romper el partido de forma definitiva. Con unos minutos finales donde ambos conjuntos se dejaron llevar debido a la insalvable diferencia entre ambos se llegó al resultado final de 91 a 73, lo que haría que se cortase la racha de victorias rojillas y colocaba el 2-2 en su clasificación europea.

Sin defensa no se llega a ninguna parte. Si algo nos está mostrando Casademont Zaragoza en este inicio de campaña que la defensa está siendo su factor capital a la hora de conseguir sus victorias y mantenerse como segundo clasificado en la ACB, pero en partidos como hoy que no vemos esa defensa tan agresiva en casi ningún momento del partido, este se les pone muy cuesta arriba a los de Porfi Fisac.

El triple, la kriptonita maña. Los lanzamientos desde el 6,75 están siendo un constante dolor de cabeza para los zaragozanos y este partido ha sido un claro reflejo de ello. En ataque el equipo no está consiguiendo anotar desde el triple con unos porcentajes aceptables y se mantiene en unos guarismos muy bajos, mientras que en defensa se le está anotando con suma facilidad desde esas zonas, creándole grandes problemas los equipos con buenos tiradores.

Necesidad de creadores de juego. El conjunto maño se está viendo falto de jugadores solventes y que puedan crear juego a través de si mismos en este inicio de temporada, y en partidos como hoy esa carencia se ve más aún si cabe. Hoy además de contar con la conocida baja de Seibutis, que no se espera una pronta recuperación, se le unía a esta la baja de San Miguel, capitán general en este inicio de campaña, por lo que el equipo se aturullaba en ataque sin encontrar ideas claras y frescas.

https://i.gyazo.com/1128be37b6fd97bc181886b22dae5f68.png

https://i.gyazo.com/58a7066c849e9c9c0cf50f9151bf2267.png