1. PALIAR LA BAJA DE MUSLI. Sin duda, el principal problema de los hombres de Plaza no se presentó durante el partido, sino en los días previos, ya que Dejan Musli sufría una contractura en el cuádriceps izquierdo y era baja para el partido. Un serio inconveniente, ya que la alternativa era el senegalés Hamadi Ndiaye, buen defensor, pero muy limitado en ataque. El vacío anotador en la pintura fue cubierto de manera muy notable por Jeff Brooks, que ocupó la posición de center los minutos en los que no estuvo Ndiaye. Brooks terminó el partido con 15 puntos, 6 rebotes y 17 de valoración. Eso sí, no hay que olvidar que los berlineses también tenían las bajas de sus jugadores Radosalvjevic y, sobre todo, Kikanovic, su referente anotador.

2. UN INICIO NOTABLE. Muy buen control de los bases malagueños en la primera parte, con sólo 2 pérdidas de balón (por 8 del Alba), que sumado al dominio en el rebote, al acierto en el triple, y a una defensa infranqueable, permitía a Unicaja irse al descanso con una amplia ventaja en el marcador (26-41) y el control del partido, especialmente, ante el atolladero ofensivo rival.

3. LA SEQUÍA DE CARL ENGLISH. El canadiense, viejo conocido de la afición española, llegaba al Alba a principios de diciembre para sustituir a Dominique Johnson. English no estuvo acertado, ya que lograba su primera y única canasta (un tiro de 2) mediado el tercer cuarto, tras un 0/4 en triples. El Alba necesitaba sus puntos, y su valoración final (-2) no corresponde con el nivel del jugador, al que se vio ofuscado por sus errores.

4. EL MIEDO EN EL CUERPO. Dos pérdidas de Unicaja y dos triples consecutivos de Dragan Milosavljevic apretaban el partido (49-54), pero la reacción de Unicaja vino en el inicio del último cuarto y la brecha volvía a ampliarse (51-64). La gestión de Unicaja en los últimos minutos, a veces acertada, a veces afortunada, permitió a los de Joan Plaza sacar adelante el partido con alguna acciones individuales (de Nemanja Nedovic, Dani Díez o Brooks) muy meritorias.

5. LA RABIA DE LAFAYETTE. A menos de 3 minutos para el final, Alba se ponía a seis puntos de Unicaja (63-69) tras dos triples. Era una situación crítica para los de Plaza, hasta que llegó el punto de inflexión que decantó definitivamente el encuentro para los malagueños. A un triple fallado por Dani Díaz, Oliver Lafayette saltó a por el rebote, y logró un 2+1, celebrado con rabia por el base estadounidense. Lafayette, cuyo rendimiento no está al nivel esperado, tuvo en el último cuarto, cuando más quemaba la bola, varias decisiones con criterio que facilitaron el triunfo de su equipo.