Victoria de Unicaja ante Anadolu Efes donde los malagueños tuvieron una buena puesta en escena que les daba una ventaja tener una plácida jornada, aunque terminó sufriendo en el último cuarto, pero sellando un triunfo que le vale para seguir apurando sus opciones de meterse en el Playoff.
El arranque no pudo ser mejor para el equipo malagueño. A pesar de los cinco puntos iniciales de Dragic, fue Unicaja quien dominó estos primeros minutos, tanto en el rebote, de una forma hasta grosera, como en el marcador, llegando hasta a triplicar a su rival en el electrónico (21-7). Ataman llegaba a cambiar a su quinteto completo durante este parcial, pero no lograba activar a su equipo, finalizando el primer cuarto con once puntos de distancia (23-12).
Plaza sólo había realizado un cambio durante el primer cuarto, por lo que prácticamente era un quinteto nuevo al iniciarse el segundo parcial. Este hecho pudo afectar a sus jugadores, que entraron fríos a pista, cometiendo errores de pase que aprovechaba Anadolu Efes para robar y anotar con facilidad. Pero como tampoco el acierto de los otomanos era de modo contínuo, la diferencia no se disminuía, y a poco que Unicaja tuvo más precisión en ataque, incluso los malagueños ganaron el segundo cuarto, yéndose al descanso con doce puntos de ventaja (40-28).
Tras el paso por vestuarios, la tónica del choque no variaba. La sensación que reinaba en el ambiente era de dominio de la situación, que Unicaja era superior y el partido estaba en su mano. Hasta la afición estaba relajada, y esa tranquilidad llevaba a cometer errores al equipo malagueño. Seguían las pérdidas, los despistes, y en este parcial la intensidad defensiva desaparecía en ambos aros. Sin grandes alardes, el Anadolu Efes se mantenía cerca de esa franja de los diez puntos, anotaba en este cuarto casi la misma cantidad de puntos que en todo el primer tiempo, siendo ocho la distancia para entrar al cuarto definitivo (63-55).
Las alarmas se encendieron mediado este último cuarto. Un par de decisiones arbitrales que no favorecieron a Unicaja y que el Anadolu Efes se colocaba a dos puntos (67-65) hicieron despertar a la grada y al equipo malagueño. Y en los momentos calientes, no le tembló el pulso a Adam Waczynski. El polaco, además de lograr sacar una importante falta en ataque, recibió dos bolas casi consecutivas en la línea de 6,75 y no fallaba, devolviendo el colchón de seguridad a Unicaja, que ya pudo vivir el último minuto de partido con calma y la victoria en el zurrón (81-68).
Salida fulgurante. Unicaja comenzó el choque con una gran intensidad, jugando con una o dos marchas más de velocidad que el Anadolu Efes. Los turcos no se enteraban de por donde le caían los golpes, y cuando se quisieron dar cuenta, su rival les triplicaba en el electrónico (21-7) y ya tenían el partido cuesta arriba.
Unicaja se despista y desconcentra. Nuevamente, el equipo malagueño estuvo a punto de dilapidar un partido por errores propios. Pudiendo tener totalmente controlado el choque con una diferencia cómoda, vio como el Anadolu Efes se acercaba en el marcador sólo aprovechando sus errores (hasta 20 pérdidas en el choque) y su bajada de intensidad defensiva en gran parte del segundo tiempo.
Waczynski y Augustine reactivan al equipo malagueño. La lucha de James Augustine es digna de elogio, cada bola la pelea como si fuese la última. Rebotes claves, un palmeo ofensivo en un momento complicado, pequeños detalles que no destacan, pero que sumados le hacen ser vital en el partido, además del más valorado con 25 gracias a un nuevo doble-doble (10 puntos y 12 rebotes). Por su parte, el polaco puso los puntos de los ausentes. Sin Nedovic, Waczynski puso el acierto desde la línea de tres, especialmente con dos triples en el último cuarto que pusieron la sentencia en el choque.