Resulta que la Sala Pionir no era tan fiera como la pintaban. Eso, o que el Real Madrid está definitivamente recuperado de su shock copero. Los de Plaza jugaron un baloncesto de calidad, con un alto nivel de concentración, que les permitió aguantar el temido arreón inicial de los serbios.

El Estrella Roja empezó fuerte, deseoso de imponer su ritmo al partido y abrir hueco en el marcador desde el inicio. Esa empresa la quiso capitanear Gurovic, el referente ofensivo del cuadro franjirrojo. Pero el polémico alero encontró contestación en Bullock. El escolta norteamericano anotó diez puntos en el primer cuarto, que finalizaba 23-22 para el Estrella Roja. Primer objetivo cumplido. El Madrid salía indemne del envite serbio. Y a partir de ahí, paso a paso, a cimentar la victoria.

EMPIEZAN LOS PROBLEMAS PARA “MALATRAS”

Para el segundo cuarto Plaza situó en la cancha a Charles Smith, cuya excelente defensa sobre Gurovic empezó a amargarle la noche al ex-jugador del Unicaja. El serbio comenzó a perderse entre abundantes errores de tiro, enfados y protestas estériles. Pionir rugía menos, a pesar de que Felipe Reyes estaba en cancha. El cordobés volvió a rayar a un excelente nivel. Antic, víctima de su cabezazo en el partido de la primera fase, intentó intimidarle con un mate y posterior gesto agresivo. Pero daba igual, Reyes estaba a lo suyo: acabó el partido con 19 puntos, 10 rebotes y 8 faltas provocadas.

A todo esto el Madrid se marchaba a los vestuarios uno arriba (44-45), tras endosarle a los serbios un parcial de 0-10.

LA PUNTILLA FINAL

Era el Estrella Roja un boxeador casi noqueado al que le faltaba recibir el golpe final.Y de ello se encargaron los jugadores blancos, que fueron coherentes y tuvieron paciencia a la hora de mover la pelota. Virtud que le faltó en la tarde de hoy a Gurovic. No se engañen con sus números, el serbio falló cuando su equipo más lo necesitaba.

Bullock, con una magistral lección de tiro más allá del 6.25, certificó la victoria blanca. Lo que se va acordar el Madrid de Sweet Lou el día que él falte. De momento, toquemos madera. El Madrid prosigue de manera firme su camino hacia Charleroi, donde ya dijimos, quiere saldar una cuenta pendiente.