Llegó la cita histórica para Uxue Bilbao Basket: la final de la Eurocup en un Spiroudome con más dos mil aficionados llegados desde tierras vascas para animar a los Men in Black y que tiñeron de negro la ciudad minera de Charleroi. La primera final continental para un club con tan solo 13 años de vida y mucha ambición que en los últimos tiempos vive una cierta marejada en el aspecto económico. Ante los vascos, el potente Lokomotiv Kuban, equipo ruso con una columna vertebral compuesta por 7 jugadores de enorme nivel. Un equipo diseñado a base de rublos y con el claro objetivo de disputar la próxima Euroliga. A los vascos les sobró pasión y les faltó sangre fría. Atenazados por los nervios, cayeron presa de si mismos ante un conjunto ruso muy serior y sólido que acabó ganando por 64-75.
Pashutin sorprendió con Richard Hendrix (10 puntos y 7 rebotes en la primera parte) de salida en lugar de Aleks Maric. La movilidad de dos pívots (Brown y el propio Hendrix) de los rusos mucho daño en los primeros minutos (3-10, min. 4). A los vascos les costó en entrar en el partido. La salida a cancha de Raül López ayudó a temblar lor nervios en ataque. Esta circunstancia más la subida de la tensión defensiva de los de Katsikaris hicieron que las cosas se igualaran. El propio mago de Vic lograría darle la vuelta al marcador en los últimos segundos del primer periodo con un triple (17-16, min. 10).
5 puntos de Adrien Moerman estiraban la diferencia de Uxue Bilbao Basket al comienzo del segundo periodo (22-16, min. 12). La segunda unidad de los bilbaínos podían con los hombres de refresco de los rusos y Pashutin no tardó en volver a situar en pista a los titulares con la adición de un Sergey Bykov que aprovechaba los minutos que disponía. Los rusos volvían a coger el mando del partido ante un Uxue Bilbao Basket que de nuevo sentía la ansiedad para romper una inercia negativa, fallando hasta 8 tiros de campo seguidos. Un parcial de 2-15 disparaba de nuevo a los rusos (28-37, min. 17). La dureza la ponía el Lokomotiv ante un rival agarrotado por momentos y que sufría para anotar en ataque y para parar a los interiores rivales en defensa. Al descanso el resultado era de 30-38.
A la vuelta de vestuarios el panorama no cambiaba oara los Hombres de Negro. Los rusos superaban los 10 puntos de renta (31-42, min. 25) ante un rival paralizado, que no sabía reaccionar agarratado por sus nervios. A duras penas los de Katsikaris se mantenían vivos, con un hilo de esperanza para la recta final del partido. No salía absolutamente nada, pero con todo solo eran 9 puntos de desventaja (45-54, min.30).
Al comienzo del último periodo un triple de Nick Calathes se clavaba como un cuchillo en el corazón de los Hombres de Negro. 14 abajo y muy malheridos (45-59, min. 32). Una antideportivo de Alex Mumbrú ponía ya la puntilla a los Hombres de Negro. Querer y no poder. Cinco minutos para el final y 20 abajo (45-65, min. 35). Y es que anotando tus primeros puntos en el periodo definitivo tras 4:30 minutos de juego es imposible pretender ganar una final continental. Ya era tarde para la heroica, que solo logró que el marcador final se maquillara (64-75).
Uxue Bilbao Basket no dio la talla en una final soñada por una afición de 10, que se merecía el título. Poco o nada que destacar en los de Katsikaris, que fueron un manojo de nervioso que les impidió competir. Una pena. Tal y como declaró el coach Fotis Katsikaris, el equipo no perdió el partido en defensa, sino en ataque, donde no salió nada. Ni siquiera hubo suerte en varias acciones que podían haber dado un hilo de esperanza a los Hombres de Negro que se resolvieron con tiros que se salían de dentro, fallos incomprensibles debajo de canasta… Kostas Vasileiadis fue el máximo artillero del equipo con 16 puntos.
En Lokomotiv Kuban, Nick Calathes (10 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias) hizo y deshizo a su antojo, conectando perfectamente en un pick and roll letal con los interiores, sobre todo con Richard Hendrix (14 puntos y 9 rebotes), MVP del encuentro, y Aleks Maric (12 puntos y 10 rebotes).