Partido extrañísimo en Valencia donde dos equipos que se jugaban la vida para seguir con opciones de entrar en el top-8 se disponían a disputar un partido a puerta cerrada. Atendiendo a lo meramente deportivo los valencianos recuperaban a Van Rossom y Vives en la dirección, mientras los italianos con su equipo de gala donde Gudaitis debería empezar a ganar peso en el grupo y confianza en su juego. Todo para que ambos equipos rompan la mala racha en la que se encuentran inmersos. Los Valencianos con 3 derrotas en las 3 últimas jornadas y los italianos que sólo han ganado 1 de los últimos 9 encuentros.

Tal como era de esperar el encuentro comenzó muy frio. Poco ritmo por ambos bandos y mucho desacierto. Tan sólo las acciones aisladas de Dubljevic (un triple y una asistencia de Abalde) y el siempre intenso Ndour rompían con la dinámica lenta y errática de los primeros minutos. Por parte italiana su ataque comenzó a fluir con la entrada de Gudaitis, el cual complicó la vida a Dubljevic primero y Tobey después, unido a la buena dirección de Rodriguez y el acierto de Crawford. En definitiva un primer cuarto de poco ritmo y mucho desacierto, en especial por parte local, donde sólo se vio algo de baloncesto de calidad en pequeñas dosis y marcaba la primera ventaja visitante con el 12-19. Los porcentajes valencianos (3/10 de 2 y 2/6 en triples), unido al 1/6 en triples milanista justificaban el porqué de tan baja anotación.

Comenzó el cuarto con una nueva canasta de Crawford que se iba hasta los 7 puntos y marcaba el parcial en 0-10 para una máxima visitante de 12-21 en el primer minuto de segundo cuarto. Poco a poco Valencia fue subiendo la intensidad defensiva y provocó varias pérdidas de los milanistas con sendas transiciones rápidas lanzadas por Colom y que acercaban a los valencianos hasta el 21-24 a 5 minutos del descanso. Sin embargo el los últimos minutos de cuarto, con la vuelta a pista de Vives, el ataque valenciano se atascó y rifó hasta tres balones que provocaron que los visitantes volvieran a coger renta en el marcador a merced de la magistral dirección del Chacho y a la aportación interior de Scola, Gudaitis y Tarczewski.

Destacar el intenso duelo en el poste que comenzaba a verse entre Gudaitis y Dubljevic que se saldó con dos faltas para cada uno de ellos y otras tantas para Tobey, volviendo los 3 al banco para protegerlos de cara a la segunda parte. Al descanso 28-36 para los visitantes que desplegaron un juego más elaborado y mayor acierto y que salvo los tres minutos del cuarto estuvieron más metidos en el partido. Buen Ndour con 6 puntos y un buen Dubljevic con 8, aunque esto último ya no es noticia, y el paupérrimo 11/30 de tiros de campo que les ha lastrado toda la primera parte. Por parte milanista el ya mencionado trío interior con 15 puntos entre los 3, unido a los 7 puntos de Crawford y 6 asistencias del Chacho.

Buena salida valenciana en el tercer cuarto con 8 puntos de Colom, 3 recuperaciones y un gran Ndour nuevamente, para en 3 minutos recortar la diferencia hasta el 40-41. Esto unido a la cuarta falta personal de un importantísimo Gudaitis en tan sólo 6 minutos, hacía que Messina se encolerizara con sus jugadores.

Los siguientes minutos volvieron a sucederse los ataques acelerados y los fallos en el tiro por ambas partes, produciendo un intercambio de golpes que no dejaba que ninguno de los dos equipos abriera brecha en el marcador, a 3 minutos para el final del cuarto el luminoso indicaba un pobre 45-44. La situación no mejoró con las rotaciones, pues Vives no era capaz de hacer jugar a su equipo y el equipo milanista sin el Chacho tampoco tenía un juego muy fluido.

El equipo italiano frenó las embestidas de Dubljevic con faltas reiteradas que no le dejaban producir. Sin embargo fueron buenos minutos de Ndour que se fue hasta los 10 puntos y 5 rebotes para sustentar al equipo local. Al final del cuarto, con una técnica a Messina a 1 minuto del final incluida, el marcador se quedó en tablas 48-48.

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En el último cuarto apareció la figura del Chacho, no sólo en la dirección sino también en la anotación, encontró un par de penetraciones alas que nos tiene acostumbrados y un triple. Esto unido a la gran defensa interior hizo que los visitantes tomaran el mando en el marcador, siendo contestado con un gran Abalde que estaba desaparecido desde el primer cuarto y que encontró varias penetraciones de esas que tanto le gustan demostrando la potencia de piernas que posee el gallego. A 3 minutos del final cometió la 5º personal Gudaitis, habiendo tenido una aportación testimonial en la segunda parte, por contra apareció la certera muñeca de Micov y Roll que ejecutaron los buenos balones que les servía Rodriguez. De esta manera se llegó al triple de Roll que marcaba el +5 a un minuto del final y el 2+1 de Abalde para contestar que unido a dos libres de Dubljevic fijaba el 63-63a 25 segundos.

Messina pintaba una jugada sobre Sergio Rodriguez y Ponsarnau se la jugó saltándole al 2 contra 1. El canario encontró el pase a Roll que vio solo a Micov para anotar y dejarle 7 segundos a Valencia con 63-65. La réplica se la dio de nuevo Abalde, yéndose para dentro contra todos y sacando un tiro con rectificado en suspensión apoyándose en tabla para empatar el partido y llevarlo a la prórroga.

Valencia mantuvo el mismo guión que le llevó hasta la prórroga. Defensa muy intensa, transiciones rápidas y buenas acciones de Dubljevic que fue en varias ocasiones a la línea de personal estando bastante acertado. De esta manera lideró la primera ventaja de la prórroga hasta los 5 puntos de ventaja. Destacar también la gran dirección de Colom y la aparición de Abalde tanto adelante como atrás. A falta de 2 minutos del final parecía que la victoria local estaba muy próxima.

Sin embargo apareció tirando de orgullo y oficio Scola para revivir a su equipo y el Chacho tomó el testigo echándose el equipo a la espalda y anotando varias penetraciones dificilísimas de auténtico crack. Abalde hasta en 3 ocasiones contestó con penetraciones no menos buenas y a 40 segundos los 5 puntos de diferencia hacían que el partido tuviera olor a victoria local.

Sin embargo Milan supo jugar muy bien el final, anotando con relativa facilidad y haciendo faltas rápidas buscando el fallo de los locales. A 7 segundos del final y tras 3 tiros libres fallados por Abalde y Colom los milanistas tenían bola con 81-80 en el marcador. El Chacho subió la bola y encontró liberado a Micov que encestó el triple desde el frontal para darle el final más cruel a un partido extraño, carente de ritmo y muy igualado que los locales no merecieron perder con semejante crueldad.

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¿Pero qué te hemos hecho Sergio?: Nos queda la incógnita de saber como hubiera recibido la parroquia taronja al Chacho en caso de haber podido asistir al estadio. Se trataba del fichaje estrella del proyecto valenciano para este año, pero parece ser que a última hora dio la espantada rumbo a Milan. De hecho desde el propio club se ha comentado al respecto de este tema. No contento con esa más que posible animadversión hoy ha realizado un partido perfecto en la dirección y de menos a más en la anotación. Al final 16 puntos, 9 asistencias y 2 rebotes para 20 de valoración. De menos a más y apareciendo cuando el equipo lo necesitaba, como los grandes jugadores, los que no se arrugan… y de paso poniendo los dientes aún más largos a los taronja.

Los nervios de acero: Se le ha preguntado en más de una ocasión a Ponsarnau al respecto de la cantidad de partidos que el equipo ha perdido en finales apretados, asumiendo por su parte el hecho e indicando que estaban trabajando para mejorarlo. Sin embargo hoy se ha visto un nuevo episodio para guardar en el museo de los horrores. El fallo de los tiros libres es un aspecto que concierne a cada jugador en particular, pero la presión con  el partido empatado a 20 segundos del final, dejar un tiro liberado de un buen tirador como Micov, no plantear ninguna variante para frenar la sangría que estaba ocasionando el Chacho… son muchos detalles que hacen que el partido de hoy se sume al de Barcelona, Olimpiakos, Maccabi… El equipo respondió pese a la dificultad del rival, de las circustancias y del ambiente (o la falta de ambiente). Dubljevic cumplió, Colom dirigió, Abalde apareció, Ndour volvió a hacer un gran partido y en términos generales el equipo hizo un partido sin mucho lustre pero bastante serio y con oficio….en definitiva se jugó como nunca y se perdió como siempre, y lo peor es que esta coletilla comienza a ser un clásico en la fonteta.

El ritmo de Messina:  El equipo milanista no es uno de los mejores ataques de la competición, máxime cuando falta un exterior como Nedovic y Gudaitis se inmola en 10 minutos. Por ello los locales intentaron incrementar el ritmo del juego desde la defensa buscando una mayor intensidad que les llevara a un mayor acierto (recordar que Valencia es el séptimo mejor ataque).

Sin embargo la defensa visitante, en especial sobre el poste bajo, ha sido muy intensa y no han tenido reparos en recurrir a las faltas para frenar a los pivots y en especial a Dubljevic. Frenando el ataque y ralentizando el juego. De hecho un partido con prórroga que se va a 80 puntos con 16 y 10 puntos desde la personal no es un gran tanteo. Valencia está cómodo en un ritmo alto, cuando el baloncesto fluye y sus tiradores encuentran situaciones liberadas. Al parecer esto Messina también lo sabía.