Buscando la clasificación y el liderato contra el único invicto. Casademont Zaragoza buscaba hoy la clasificación matemática para la Final 8 de la BCL y lo hacía contra un Era Nymburk que aún no había perdido ningún partido. Debido a aplazamientos era el primer partido entre maños y checos en esta segunda fase, por lo que esa imbatibilidad aún no había sido puesta a prueba por el equipo entrenado por el Oveja Hernández.

El partido comienza de racha en racha. Los maños salieron muy centrados y el 12 a 6 inicial parecía hacer dudar si este era el mismo Nymburk que había ganado sus tres anteriores partidos. Pero pronto los checos demostraron que sí y firmaron un 4 a 16 que los puso 8 arriba, para dejar claro que querían seguir con su casillero de derrotas a cero. El segundo cuarto fue el único que no estuvo marcado por grandes parciales en el marcador y vimos un marcador al descanso de 45 a 40 que presagiaba una segunda parte igualada.

Nymburk domina el rebote pero no consigue aprovechar esa ventaja. Los checos dominaron los rechaces durante todo el partido, acabando con 50 a su favor por 40 de los zaragozanos, pero no consiguieron transformar ese dominio en puntos a su favor. Casedemont Zaragoza sumó 16 puntos tras rebote ofensivo, mientras que los checos solo 15, a pesar de haber reboteado en la canasta contraria hasta 18 veces. Además solo consiguieron ir 15 veces a la línea de tiros libres por los 29 de los del Oveja Hernández, que también consiguieron más puntos en la pintura con 44 por 38.

Sí hay algo claro en el Casademont Zaragoza de esta temporada es que le gusta “volar” al contraataque:

Casademont Zaragoza noquea al Nymburk a partir del 54 a 54. Los checos firmaron un 0 a 10 para empatar el encuentro en el tercer cuarto y parecía que el partido iba a seguir marcado por las rachas y la igualdad como en la primera parte, pero esta vez los maños no cedieron su turno. Lo que comenzó como un 14 a 0 se convirtió luego en un 27 a 6 y terminó con un 36 a 17. Los maños robaban balones y corrían al contraataque siempre que podían y, cuando no podían, jugaban el cinco contra cinco de forma fluida gracias a la generación de juego de Brussino (7 asistencias), a los unos contra uno de Sulaimon o las culminaciones en la zona de Harris y Wiley. 

Jacob Wiley vuelve a demostrar que es el jugador por el que se peleaba media ACB en verano. Sigue resultando bastante inexplicable desde fuera que Herbalife Gran Canaria no quisiera a este jugadorazo en su plantilla, más tras haber peleado contra el Joventut por ficharlo. Desde que ha llegado a Zaragoza ha vuelto a demostrar porque todos lo querían y hoy ha sido otro de esos días. Wiley fue absolutamente imparable para la defensa de Nymburk como demuestran sus 22 puntos con 11 de 15 en tiros de dos. Pero además también aportó 10 rebotes y 2 tapones para firmar una estadística final de 30 de valoración.