Real Madrid y Valencia Basket se jugaron los primeros billetes a la final de la SuperCopa ACB en un partido marcado por el criterio arbitral. Desde el salto inicial, las faltas iban a tomar protagonismo evitando que ninguno de los dos pudiera imponer su ritmo. Aún así, Valencia Basket iba tomando las primeras ventajas. Pese a los intentos de Rudy Fernández por evitarlo, Sam Van Rossom dirigía la orquesta taronja y con un triple suyo, Valencia Basket conseguía ponerse +7. La soledad de Rudy dejaba vendido a un débil Real Madrid en defensa. En ataque, los de Pablo Laso echaban en falta mayor aportación de los pívots, pues hasta Ioannis Bourousis fallaba solo bajo el aro.
Laso quiso modificar el guion del partido en el primer cuarto con la segunda línea, pero era imposible aumentar el ritmo. Las faltas no hacían más que frenar el juego y ni Facundo Campazzo y ni Dwight Buycks podían correr. Con ese ritmo, Valencia Basket seguía por delante aprovechando su superioridad en la pintura tanto de los pívots como de los exteriores, que buscaban el hueco. La estadística le daba la razón a Velimir Perasovic, con 3-11 para los interiores taronja (19-26).
Un parcial 9-5 del Real Madrid liderado por Salah Mejri y Felipe Reyes. Valencia Basket, con Buycks como base, estaba perdido y tenía que entrar Guillem Vives, aunque la noticia la firmaría Gustavo Ayón. El mexicano debutó a falta de 6,40 para el descanso, pero poca relevancia tendría ya que, siguiendo con el guion, se cargaría de faltas demasiado pronto. Mientras tanto, el parcial seguía aumentando y se iba al 12-5 con un triple de Sergio Llull que empataba el partido. El problema para el Real Madrid, que enseguida estaba en bonus y Valencia Basket podía sumar de uno en uno. Por suerte para el aficionado, un alleyoop entre Pau Ribas y Vladimir Lucic y un triple sobre la bocina de Andrés Nocioni animaban el espeso encuentro al final de la primera parte. El empate seguía brillando y el encuentro se iba a decidir en la segunda parte (43-43).
Tras el descanso, Pablo Laso le dio los primeros minutos a Sergio Rodríguez intentado que se impusiera su ritmo, algo demasiado osado con el criterio arbitral que brillaba en la noche de hoy. Aún así, un mate de Andrés Nocioni ponía al Real Madrid por delante. Valencia Basket seguía sin encontrar el mando en ataque y solo Kresimir Loncar tomaba la responsabilidad, pero sin acierto. Por suerte para los taronja, Nocioni cometió una falta antideportiva sobre Pau Ribas y le dio la posibilidad de sumar desde el tiro libre. Pero si alguien estaba enchufado era Rudy Fernández, que evitaba cualquier reacción desde el 6,75 con dos triples y la diferencia, +8.
Tuvo que pararlo Velimir Perasovic, que veía el partido perdido y consiguió recuperar la intensidad de sus hombres. Tras el minuto, Valencia Basket sumó un parcial de 0-7 y con un triple de Romain Sato lograba empatar. El parcial se alargó hasta el 2-9 gracias al buen cuarto de Guillem Vives y el encuentro volvía a estar igualado hasta que Felipe Reyes rompió el empate con una canasta sobre la bocina (60-58).
Los últimos diez minutos iban a decidir el duelo y ahí, el oficio del Real Madrid decantó el partido a su favor. Pese a que Sam Van Rossom anotó dos triples que ponía por delante a Valencia Basket, Sergio Llull apareció para ayudar a Rudy Fernández y romper el partido. Tres triples consecutivos del de Mahón convertían en agua de borrajas los puntos de Kresimir Loncar. Vives, con cuatro faltas, no podía parar a Llull y el partido empezaba a tener color blanco. Otro triple de Rudy ponía diez puntos arriba al Real Madrid y Valencia Basket, KO. Dos tiros libres de Gustavo Ayón y otro triples de Llull cerraban la victoria madridista (89-76).
El Real Madrid vuelve a una final gracias a cinco minutos mágicos mientras que Valencia Basket trabaja ya en la primera jornada de la ACB. Pese a los fichajes, Rudy y Llull volvieron a ser los mejores de un Real Madrid que ya espera rival, que saldrá del enfrentamiento entre el Laboral Kutxa y Barcelona.