No se equivocaba Moncho Fernández en la previa cuando decía que venía a Sar el equipo más duro de la Liga Endesa. Un equipo que venía con muchas bajas y con el esfuerzo acumulado de jugar partido de Eurocup entre semana, completando el plantel con jugadores del filial y que hacía albergar esperanzas a la afición compostelana de que acabaría pagando el esfuerzo, otorgando así opciones al cuadro santiagués. Y el comienzo de partido parecía que iba a seguir ese guión, con unos seis primeros minutos muy igualados y con constantes intercambios de canastas que parecían presagiar un partido igualado. Pero fue eso lo que duró el partido, seis minutos, ya que Valencia comenzaba a darle un ritmo al partido que Obradoiro nunca fue capaz de seguir, con tres pérdidas consecutivas del equipo de Moncho Fernández que hizo tomar a Valencia Basket su primera ventaja significativa y que cortó el técnico santiagués con su primer tiempo muerto (23-29).

No le gustaba a Moncho el ritmo que estaba cogiendo el partido, donde Obradoiro no conseguía imponer su juego. Prueba de ello es que el técnico de Pontepedriña tuvo que recurrir a sus tres bases en el primer cuarto. Mientras, el equipo de Velimir Perasovic seguía con su juego machacón y duro que hacía que la brecha se fuese abriendo cada vez mas, llegando al final del primer cuarto con 11 puntos de ventaja (24-35).
El segundo cuarto dejó en Santiago una exhibición de un jugadorazo como Romain Sato: defendiendo duro, anotando desde la distancia y jugando durante buena parte del partido de “4”, peleándose con jugadores bastante más altos que él, pero es que las bajas que presentaba hoy el cuadro valenciano, que incluso provocaron el fichaje a última hora de Pecherov, hacían que los efectivos de Velimir Perasovic tuviesen que multiplicarse, demostrando que posee un cuadro enormente versátil. Muy desacertados se mostraban los bases de Obradoiro, tanto Rafa Luz como el griego Vassilis Xanthopoulos, con constantes pérdidas de balón que hacían que Valencia se marchase al descando con el partido casi decicido, y con una anotación de 58 puntos, señal, por un lado de su enorme acierto, y por el otro de una defensa de Obradoiro que se está convirtiendo en su talón de Aquiles esta temporada. (37-58).

En el tercer cuarto fue Doellman quién tomó el protagonismo junto a Sam Van Rossom, al que los bases santiagueses no fueron capaces de parar en ningún momento. Significativos son los números de los bases valencianos y que deberían hacer reflexionar a sus pares santiagueses, donde Van Rossom y Lafayette dieron un auténtico baño a los jugadores compostelanos y que fue una de las claves del partido. Obradoiro cada vez se iba desesperando un poco más, y ante las continuas pérdidas de balón (23 en el total del partido), la afición de Sar, por primera vez en mucho tiempo, pitó a los dos bases de Río Natura Monbus, especialmente a Rafa Luz, hoy muy acelerado y fallón en el pase. La diferencia iba creciendo y el final de cuarto dejaba claro que no había partido (50-74).
El rodillo valenciano seguía sin pararse a pesar de dar minutos a jugadores del filial como Larry Abia y Pablo Pérez, y con un Rafa Martínez especialmente activo en este último cuarto, con un Rio Natura Monbus totalmente entregado y con una factura mental que está por ver si no tendrá consecuencias de futuro. En resumen, partido sin historia en Santiago con un Valencia Basket que pasó como un ciclón hoy por la pista de Sar (70-102).