Vuelta a las andadas. Regreso a las irregularidades de los partidos perdidos y los proyectos que no arrancan. Si hace una semana el otro equipo canario de la competición asaltaba el Palau con una canasta en el último minuto y Doncic y los suyos rompieran caderas y marcadores entre semana para poner la Euroliga en modo quimera, hoy Herbalife Gran Canaria volvía a urgar en la intermitencia blaugrana para dominar de principio a fin una nueva mañana de domingo en el Palau, la tercera en la que el equipo visitante se lleva la victoria.
Un triunfo canarión cimentado en el enorme trabajo de su quinteto titular, un entrenador que sabe muy bien a lo que juega y un banquillo que aporta detrás y delante para ganar con comodidad y holgura en la cancha de Les Corts. Ni un sólo cuarto consiguió arrancarle el equipo local a los de Casimiro, empatando, ya en las postrimerías de los minutos intrascendentes un parcial de último cuarto que ya había sentenciado mucho antes el equipo insular.
Con Balvin y Mekel de baluartes en los primeros minutos del choque, hacía las primeras ventajas Herbalife Gran Canaria ante un quinteto nuevamente raruno de Sito Alonso, con Tomic y Ribas saliendo de inicio y Koponen con cero minutos, penando malos partidos anteriores. Cosquillas para el checo o Báez que volvían loca a la defensa local y marcaban la tónica de todo el partido. El show de Mekel continuaba sin que se le pudiera echar culpas a bases con cruces sobre la cabeza. Los problemas en Can Barça se multiplican, más allá del continuo debate y de eso se aprovechaba el quinteto titular amarillo, que rompía una y otra vez el entramado defensivo de Alonso.
.@GalMekel33 rompe y… ¡alley-oop para @OBalvin!#LigaEndesa
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El descanso marcaba siete puntos de ventaja visitante, pero sobre todo la inoperancia de un Barça Lassa que sólo había tirado cinco tiros libres hasta ese momento y en el que sobresalía únicamente Seraphin con ocho puntos.
Otra de esas máximas de firma académica establece los cinco minutos del tercer cuarto como los más importantes de un partido de baloncesto. Pues en ellos y con ellos, Herbalife Gran Canaria empezaba a terminar con el partido. D.J. Seeley y Oliver ponían +14 a los suyos (42-56) y muy malas sensaciones en las gradas. A base de ese músculo e intensidad que exige Alonso a todos sus jugadores, como si nada más importara, volvían los locales a equilibrar el tanteo del tercer cuarto, con cuatro puntos seguidos de Oriola y un esperanzador 55-63. Lástima para ellos que Eriksson abusara de los aros que tan pulseados tiene y estirara la ventaja con un triple para ganar también el tercer parcial y poner la ventaja en los dichosos once puntos. Lo dicho; sólo con el músculo y la intensidad no le da a este Barça para dominar los partidos.
Herbalife Gran Canaria seguía jugando con las rotaciones lentas y largas de la batería de pivots de Alonso. Sin más noticias por tanto de Tomic ni de Seraphin. Heurtel se iba a modo jugón para intentar ponerse la capa de súperheore que criticara Oriola días atrás y le valía para anotar de todas las maneras y formas e irse hasta los 24 puntos finales. Lástima para él y los suyos que detrás Oliver jugara con su defensa. Las gallinas que salen por las que entran y la diferencia que no deja de crecer. Y no hablemos del pobre Pressey al que se le flota hasta la desvergüenza para que su cabeza siga pensando en que no la va a meter. Y claro, no la mete.
Aprovechando todo aquello y el transcurrir de los minutos, Báez hacía un 2+1 para devolver los 14 de ventaja a 5:25 del final (65-79). Un poquito más tarde, Balvin se volvía a despachar con los cambios automáticos para otra jugada de canasta y falta, con Heurtel cogiendo resuello en la banca. El tercer triple de Eriksson en su casa del año pasado subía el 86 al casillero pío pío y dejaba los dos úlitmos minutos para el contador del tiempo intrascendente. Para eso y, sobre todo, para volver a la época de las máscaras y las irregularidades. Para volver a las andadas de los partidos perdidos. Cada vez con menos tiempo y menos argumentos para revertirlos. Y también, sin bases, claro.