Unicaja y Morabanc afrontaban un nuevo capítulo de la Liga Endesa después de sus respectivos partidos en la Eurocup. Los primeros minutos de partido sirvieron para mostrar las diferentes credenciales de los equipos y lo que nos iba a esperar en los próximos minutos. Unicaja golpeó primero, pero Dejan Todorovic marcó el territorio de los locales con cinco puntos casi consecutivos, acompañado de un triple de Massenat. Unicaja no quería quedarse atrás ante la iniciativa andorrana y los visitantes empezaron una guerra de tu a yo contra los locales, que tendrían en Jeremy Senglin a su principal referente. El mejor momento de Unicaja llegó de la mano de Jaime Fernández, quien después de entrar al partido tras salir del banquillo sumó siete puntos, cambiando así el ritmo del partido y provocando que el primer cuarto se decantase a favor de los malagueños al cosechar un 15-17 en el marcador.

 

 

Unicaja comenzó el segundo cuarto con el mismo papel que terminó el primer cuarto, pero un parcial de 9-0 a favor de los locales provocó la primera crisis de los malacitanos. Guiados por Musli, Morabanc Andorra puso una de las máximas rentas durante la primera parte a favor de los tricolor. Josh Adams intentó paliar la eficacia andorrana, pero el encuentro se encontró con un invitado de lujo, Jeremy Senglin. El escolta empezó a jugar a su manera y ocho puntos consecutivos del estadounidense permitió mantener una renta cómoda a favor de los suyos con el descanso entre ceja y ceja. Finalmente, un triple de Jaime Fernández cerró los primeros 20 minutos de partido con un resultado de 39-34 a favor del Morabanc Andorra.

 

 

El tercer cuarto fue el periodo mas convulso. Clevin Hannah, con la batuta bajo su brazo, anotaba jugada tras jugada. A este gran nivel del veterano base solo pudo contestarle Volodymyr Gerun, jugador sobre el que recayó gran parte de las jugadas durante el comienzo de cuarto. Los seis puntos del ucraniano acercaron a Unicaja todavía más en el marcador, pero Morabanc Andorra no solo dependía de Clevin Hannah. El juego interior, ocupado por Moussa Diagne y Dejan Musli, era demasiado para Unicaja y tanto Guerrero como Thompson no consiguieron frenar a los dos interiores locales, que campaban que a sus anchas por la zona andaluza, sumando canasta tras canasta. Unicaja intentó replicar cada ataque andorrano, aunque la diferencia iba in crescendo, hasta llegar al 68-58 con el que se cerró el tercer cuarto y se enfilaban los últimos diez minutos de encuentro.

 

 

Morabanc consiguió ir acumulando ventajas a lo largo de los treinta minutos transcurridos, pero los primeros cinco minutos del periodo serían claves. David Walker irrumpió con su particular explosividad en los primeros compases del cuarto, provocando un rápido tiempo muerto de Luis Casimiro ante la ventaja acumulada (73-58). Ese tiempo muerto no fue suficiente para cambiar la dinámica del equipo de Los Guindos, y Morabanc Andorra empezó a dominar de manera contundente, hasta el punto de rozar los veinte puntos de desventaja. Dos tiros libres de Josh Adams, ya sin relevancia en el encuentro, cerraban el partido con un resultado de 89-73 a favor de los locales, y sumando así la quinta victoria en Liga Endesa.