RESULTADO: REAL MADRID 89 CAPRABO LLEIDA 66
REAL MADRID: Mulaomerovic (18), L. Angulo (6), Digbeu (10), Alston (16), Tarlac (8) –cinco inicial–, Victoriano (-), Herreros (10), A. Reyes (4), Mumbrú (10), Hernández-Sonseca (7) y Mena (-).
CAPRABO LLEIDA: Grimau (14), A. Angulo (7), Ramos (8), Rogers (10), Bramlett (8) –cinco inicial–, Berni Alvarez (-), Laso (-), Bosch (8), Ruffin (11) y Grimau (-).
PARCIALES: 27-13, 23-22, 20-20 y 19-11.
CRÓNICA
El Real Madrid aplazó la crisis ante un Caprabo Lleida sin espíritu y errático y se acerca al objetivo de la Copa del Rey en la tarde en que el regreso del ex capitán Alberto Angulo al Raimundo Saporta no le puso en ningún apuro (89-66) e hizo el rodaje bajo la dirección de un brillante Damir Mulaomerovic.
Buena noticia para el Madrid: ha hallado a su líder. Cortado por bajo rendimiento el ‘ausente’ Hawkins, difuminados los rumores de la vuelta de ‘Sasha’ Djordjevic, Imbroda ha dado con el director de su proyecto que buscaba. Porque hasta el fichaje de Mulaomerovic, el ataque era desgobierno e inspiración individual. Sin él y la plaga de lesiones que asoló el vestuario blanco el Madrid navegaba en la indefinición.
En cambio, ‘Mula’ dota de una mínima cuota de puntos, reparte asistencias y ‘construye’ con el criterio antes ausente. Fue ese liderazgo ansiado el que guió al Real Madrid frente al Caprabo, tras dos sonoras derrotas -la del Lucentum y el Virtus en ACB y Euroliga- que habían teñido de gris el futuro y reabierto el debate sobre el papel de un irregular grupo.
La reivindicación de Mulaomerovic se produjo la tarde del regreso de varios ilustres ex madridistas (Johnny Rogers -ganó la Copa del Rey y Recopa de Europa en la temporada 88-89-, Pablo Laso -triunfó en la Eurocopa’97 con la camiseta blanca- y el ex capitán y muy ovacionado Alberto Angulo) en el bando rival, la revelación la campaña anterior y que culminó con su clasificación para la Copa ULEB.
Sólo el veteranísimo (38 años) Rogers aguantó a duras penas el pulso con el Madrid de ‘Mula’ en un Lleida sin ritmo y muy fallón en el primer cuarto. Bramlett no existía, no estaba atinado Alberto Angulo y los de Edu Torres no podían frenar al trío Mulaomerovic-Alston-Lucio Angulo, que enarboló la escapada local (25-11, min. 9).
Justo cuando el Madrid alcanzó su cota más alta por entonces (38-17), una ‘pájara’ de los madridistas (2-9) provocó el tiempo de Imbroda para atajar posibles repeticiones de tanteos recientes y creo una ilusoria sensación de mejora en un renacido Caprabo merced a las cestas de un Bramlett que pronto se fue al banco por personales.
La acción previa al descanso, en la que llegó a agotar la posesión sin tirar, fue el reflejo del despropósito visitante (50-35) en los dos primeros cuartos, donde sólo encestó uno de los diez triples que intentó pese a contar con muñecas como las de Bosch, Berni Alvarez o Angulo.
LESION DE VICTORIANO Y SENTENCIA.
Tras un carrusel de despropósitos en el arranque del tercer cuarto, Herreros y Alston no dieron pábulo al rumor. El Lleida no daba aún señales de vida y no rebajaba el listón de los 15 puntos pese a los intentos de Roger Grimau o la voluntad de Sergio Ramos. Mientras, Bramlett asistía desde el banco a la aciaga representación de sus compañeros.
Dos triples de Digbeu y Mulaomerovic certificaron la sentencia (76-55) que se avecinaba en el horizonte nada más comenzar el último cuarto, y eso poco después de que Lucas Victoriano, actor principal en el ascenso del club leridano a la ACB, se marchara lesionado al vestuario encogido por el dolor.
No hubo más. Imbroda rodó a su banquillo para repartir la fatiga. Funcionó la defensa, el engranaje del ataque no se atascó, aunque el rival tampoco se prestó a hacer un examen más exhaustivo de la salud blanca. Aunacable (antes el Maccabi, el miércoles en el Torneo Navidad) y, sobre todo, el Barcelona volverán a cuestionar la madurez del proyecto Imbroda.