Después de haber pasado por Terrassa, Joventut, Lleida, Manresa, Valencia, Estudiantes, de nuevo Badalona y Gran Canaria, el bueno de Albert Oliver (Terrassa, 1978) sigue dando guerra a sus 41 años. Tras más de seis años en la isla, el Real Betis será el octavo equipo donde el jugador en activo más veterano de la Liga Endesa jugará para ayudar a los béticos a asentarse en la ACB y alargar aún más su leyenda personal.
OFICIAL | Albert Oliver, segundo fichaje del #CoosurBetis para la próxima temporada
— Coosur Real Betis (@RealBetisBasket) July 10, 2019
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Para muchos, Oliver es la definición del base puro. Alguien con una visión de juego sobresaliente para asistir y que no se arruga cuando tiene que asumir la responsabilidad de su equipo. Pero la esencia del de Terrassa no se muestra solamente en la pista, también fuera de ella. Es un jugador conocido por el enorme carácter que imprime. Eso le ha hecho ganarse la admiración de sus compañeros, rivales y aficionados al deporte de la canasta. Oliver se divierte jugando al baloncesto igual que el basket se deleita viendo a Albert Oliver sobre el parqué.
Después de que en Gran Canaria le comunicasen que no contaban con él en el próximo proyecto de los insulares, el base pensaba que le costaría más tiempo encontrar equipo, aunque no fue así. El Betis, desde que conoció la decisión, se interesó por sus servicios. El entendimiento fue absoluto. En Sevilla Oliver se va a encontrar con un Betis en reconstrucción. O deconstrucción, mejor dicho. De ese Betis que ascendió en mayo de este año al que se va a presentar en ACB solo continuarán tres jugadores. El equipo verdiblanco también va a cambiar por completo la posición de base, donde Dani Rodríguez y Lluís Costa ejercieron un papel clave para el ascenso bético. Y Oliver es uno de los elegidos para hacer de la posición de ‘1’ una de las mayores virtudes béticas. Un auténtico reto profesional para el catalán, curtido en multitud de batallas. Pero también duro en lo personal, pues estará alejado de su mujer y sus dos hijos, dentro de la cantera del equipo grancanario.
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Es buena noticia para el Betis que, tras muchos años donde la posición de playmaker hacía aguas por todos lados, Curro Segura haya conseguido hacer de su Real Betis un equipo sólido a partir de la dirección de juego. La llegada del perfil de Oliver –un veterano base que llega a Sevilla para afrontar una de sus últimas aventuras- recuerda a otra como la de Elmer Bennett, uno de los últimos bases puros que se vieron por Sevilla, y quien coincidió con el fallecido Manel Comas, otro mítico del deporte de la canasta.
En los últimos años, por Sevilla han pasado multitud de bases. Todos ellos han pasado con más pena que gloria debido a su poca calidad para una liga tan exigente como es la Liga ACB. Otros, en cambio, han demostrado tener calidad anotadora, pero su escasa capacidad de visión de juego es lo que ha motivado que al final abandonasen San Pablo por la puerta de atrás. Para encontrar bases que hayan destacado, tendríamos que retrocedernos a ese Cajasol que llegó a una final de Eurocup con un jovencísimo Tomas Satoransky en sus filas y Joan Plaza en el banquillo o ese Cajasol de Aíto García Reneses con el checo y con Nikola Radicevic en la posición de ‘1’ y que estuvo a punto de meterse en semifinales de los playoffs de la ACB con el equipo más joven de la categoría.
Más allá de la anécdota como el inverosímil triple que Oliver anotó en San Pablo hace unos años para darle la victoria al Manresa frente al Caja San Fernando, la mayor pregunta que los seguidores béticos se hacen es en qué estado de forma llega Oliver a Sevilla. Nadie mejor que Lucas Huerta, colaborador de Solobasket y que sigue la actualidad de Herbalife Gran Canaria para responder: “El pasado curso jugó bastante por las bajas de Hannah, Radicevic y Nelson. Físicamente está a buen tono aunque en defensa sufre. Le sobran ganas e inteligencia. Y aunque se cuida mucho le empieza a faltar velocidad. Al Betis le puede venir bien en partidos que necesiten bajar de revoluciones. Es un buen base suplente para dar descanso durante 15-20 minutos al base titular. En el vestuario es un líder nato. En Gran Canaria fue junto con Báez uno de los jefes del vestuario y ambos se hicieron importantes para resolver problemas”.
Después de seis años en las islas, donde ha ganado una Supercopa Endesa y ha logrado los subcampeonatos de Eurocup, Copa del Rey y la propia Supercopa, Oliver llega a Sevilla con 600 partidos en ACB a sus espaldas, pero sobre todo con ganas de seguir disfrutando del baloncesto en lo individual y en lo colectivo para ayudar a un equipo que retorna a la ACB con el ansia de querer recuperar la reputación perdida en los últimos tiempos. Y la experiencia de Albert Oliver será un elemento clave para que la afición del Betis disfrute del baloncesto, tanto o más, que el propio jugador. Cada vez queda menos para que regrese el espectáculo a San Pablo. Y esperemos que, cuando hablemos de espectáculo, sigamos hablando de Albert Oliver.