A falta de 2 segundos para la conclusión del partido entre el Caja San Fernando y el Ricoh Manresa todo parecía decidido. Ionnis Giannoulis, el pivot griego del equipo sevillano, tenía dos tiros libres a su disposición con el marcador empatado. La victoria parecía que se quedaría en casa si anotaba los dos tiros libres. Sin embargo, el heleno anotó solo el segundo tiro libre y los manresanos se apresuraron a sacar de fondo.
Ferrán Laviña, compañero y amigo de Albert Oliver, lanzó un pase largo hacia el fondo de la pista que fue cazado por el segundo. Sin apenas ángulo, y con un tiro ínverosimil desde el lateral derecho del arco de 6’25, Oliver consiguió una espectacular canasta que dio a su equipo una victoria más que importante de cara al futuro en liga de su equipo.
Albert Oliver no salía de su asombro por la canasta conseguida y afirmaba minutos después que “me cuesta creer lo que he hecho”. Sin palabras se quedaba el joven catalán calificando el hecho como algo increible “ha sido como un ángel llevando la pelota al aro”.
Óscar Quintana, técnico visitante que volvía a Sevilla tras su periplo en la capital hispalense la temporada pasada, comentaba que “la iniciativa de Ferrán y Albert nos ha dado la victoria, puesto que la jugada que teníamos planteada no era esa sino otra distinta”.