Se siente un claro déjà vu al escribir o leer "el nuevo francotirador de Monbus Obradoiro", ya que una de las constantes del equipo gallego es la de tener que renovar continuamente su plantilla y otra es su costumbre de tener siempre en ella a uno o varios de los mejores triplistas de la Liga Endesa. Kassius Robertson es el jugador que ocupará el papel que antaño protagonizaron Alberto Corbacho, Kostas Vasileiadis, Matt Thomas, Ben Simons o Fletcher Magee. Es cierto que las últimas temporadas el Obra tenía a dos de esos reputados especialistas en el tiro en el mismo plantel y que con las salidas de Kostas y Magee parece haber perdido potencial desde más allá del arco, pero si hay un jugador en la nueva plantilla que pueda cambiar esa sensación ese es Robertson.
El escolta canadiense de 26 años y 1,91 metros debe su nombre al boxeador más famoso de la historia. Muhammad Ali nació como Cassius Clay, cuyo nombre de pila inspiró a la madre de Robertson con la ligera variación de poner la K en vez de la C. Ese hecho anecdótico nos recuerda la mítica frase de la leyenda del boxeo que decía "flota como una mariposa, pica como una avispa" que bien podría aplicarse a Kassius. El escolta es un experto en buscarse espacios con rapidez y dribling para asestar sus picotazos, especialmente desde la larga distancia. Pero los ídolos de Robertson obviamente eran baloncestísticos, siendo uno de los primeros Austin Rivers. El canadiense se fijó mucho en los movimientos del hijo de Doc cuando este brillaba en su etapa NCAA y ahora su jugador favorito es Steph Curry, lo cual es una muestra bastante clara del estilo de juego que le gusta.
Kassius Robertson se convirtió en la estrella universitaria de la poco relevante a nivel de baloncesto universidad de Canisius. En su año sophomore promedió 14'09 puntos y en el junior 16'12, para dar el salto a Missouri buscando retos mayores. Llegaba para ser un complemento, pero la lesión de Michael Porter Jr, que ha comenzado a mostrar su potencial en esta burbuja Disney, lo convirtió en el líder y el correspondió con 16'3 puntos y 3'2 triples anotados con un acierto del 43%.
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Su estreno como profesional se fue con el Medi Bayreuth alemán en la temporada 18/19, promediando 12'3 puntos en la BBL y 11'3 en BCL. Ese buen rendimiento llevó a que un clásico como la Fortitudo Bolonia se fijara en el canadiense como fichaje adecuado para ir recuperando el brillo de antaño, y otra vez Kassius volvió a rendir a gran nivel con 14'1 puntos, a pesar de ser el tercero en cuanto a protagonismo tras Pietro Aradori y Henry Sims.
Su carrera nos demuestra que es un jugador que va progresando y que llega al Obra con ganas de evolucionar. En esto encaja perfectamente en la filosofía del equipo gallego de que los jugadores que llegan sean peores que cuando se van, como demuestra las declaraciones que realizó sobre Robertson uno de los responsables de ese trabajo como es Gonzalo Rodríguez: "Es un jugador acostumbrado a hacer mucho trabajo individual porque tiene un compromiso importante con el desarrollo de su carrera deportiva. En eso aquí le vamos a mejorar. Su proyección es ascendente". Como en el caso de Ozmizrak y Cohen llega para liderar. Mientras el base turco tomará el mando del juego y Cohen ejercerá de estrella veterana, Kassius Robertson será el protagonista en el juego ofensivo exterior y en producir puntos desde las alas.
FORTALEZAS
Nada que envidiar a anteriores triplistas del Obra: Está claro que la frase anterior es mucho decir en un equipo por el que han pasado Corbacho, Thomas, Vasileiadis, Simons o Magee, pero no hay más que ver los números de Robertson. En sus tres últimos años universitarios superó el 40% en triples y los 2,6 anotados por partido en todos ellos, culminándolos con 43,2% y 3'18 su curso en Missouri. Con Medi Bayreuth se fue a 2'56 y 46'3% en BBL y 2,23 y 48,3% en BCL. En la Fortitudo sus números fueron de 2,62 y 41'4% en Lega. Hay que recordar que Fletcher Magee tuvo números peores de 2'5 y 35% y que los promedios de Robertson lo hubieran situado en el quinto puesto de triples anotados en ACB. Esto no quiere decir que sea mejor triplista que el ex del Obra, que no hay que olvidar que es el hombre récord de la historia de la NCAA, pero si que nos sirve para situar el nivel triplista del canadiense.
Capacidad de Juan Palomo: Gonzalo Rodríguez deja claro a las preguntas de Cristina Guillén en este gran artículo que no es un jugador anárquico, pero también destaca que tiene la capacidad del "yo me lo guiso, yo me lo como" para anotar construyendo el mismo la ventaja. Como bien dice Gonzalo, hace tiempo que el Obra no tenía un jugador con su capacidad de generar en situaciones de uno contra uno. Robertson aporta una faceta que no tenían los tiradores mencionados anteriormente, ya que todos destacaban fundamentalmente en el recibir y tirar y consiguiendo sus triples a través de las clásicas jugadas de bloqueos para salida de tiradores de Moncho Fernández. Kassius tiene un gran dribling y buenas piernas para irse al aro o para conseguir tiros distanciándose del defensor usando esas dos capacidades. Pero como también analiza el entrenador ayudante de los gallegos, esto tampoco quiere decir que sea un jugador que peque de un gran exceso de individualismo, ya que le gusta generar para sus compañeros, sabe leer el juego y asistir, aunque es algo que podría hacer en más ocasiones.
Defensa: Otro aspecto en el que el Obra gana con la llegada de Kassius al compararlo con otros jugadores es que es un buen defensor. Probablemente uno de los motivos de la salida de Magee haya sido sus deficiencias en cancha propia, algo que compartía con jugadores como Kostas, Ben o Alberto, que sin duda primaban el ataque. Robertson tiene condiciones físicas para defender y como dice Gonzalo el quiere hacerlo. Por su estatura sufrirá en los cambios con hombres altos, pero ante bases y escoltas será efectivo atrás, formando buenas parejas en ese apartado tanto con Pozas como con Ozmizrak.
DEBILIDADES
Cuidar el balón: La importancia que le da Moncho Fernández a los balones perdidos queda clara en cada declaración del entrenador santiagués, así que no sería de extrañar ver alguno de sus mediáticos tiempos muertos con Kassius como "víctima". El canadiense extravió 2'2 posesiones por partido la temporada pasada, siendo el número 14 en la Lega en esta estadística negativa. En dos de sus temporadas universitarias también superó las dos perdidas por partido, así como en BCL con Bayreuth. Es lógico que un jugador que suele tener el balón, usa mucho el bote e intenta jugadas de uno contra uno tenga un número alto de perdidas, pero sin duda es uno de los aspectos que más deberá mejorar para ganarse y mantener el puesto protagonista que tendrá en el Obra.
Menos bagaje profesional del que parece: Lo primero que uno piensa al ver el fichaje de Kassius Robertson con 26 años y llegando de la Fortitudo es que se ha firmado a un valor seguro. Y es cierto que sus condiciones apuntan a ello, pero hay que recordar que el canadiense tan solo tiene dos temporadas como profesional a sus espaldas. Es un jugador que salió de la universidad con 24 años y de momento sus experiencias son en buenas competiciones como BBL y Lega, pero que no son tan duras como la ACB. Además en Bayeuth era novato, por lo que no tenía tantas responsabilidades, y en Bolonia tenía el colchón de tener por delante a un clásico como Pietro Aradori. En Obradoiro tendrá el papel de líder de la anotación exterior, con bastante responsabilidad en sus hombros, por lo que su reto esta temporada es ser capaz de llevar esa presión.
Suma de defectillos: No he podido evitar darle un toque "Flanders" a este último apartado tras un debate con uno de los expertos NCAA de la página. Kassius Robertson tiene una serie de características que entran dentro de sus debilidades, pero dentro del baloncesto europeo no llegan a ser defectos clave. Está claro que su físico es liviano y bajo para un escolta, algo que cortó sus posibilidades NBA, pero en ACB estamos acostumbrados a exteriores destacados que tienen una talla y peso similares, como el propio Magee, Thad McFadden o Jaycee Carrol entre otros. Ello le lleva a aportar poco en rebote. Sus números en asistencias demuestran que aún tiene que mejorar en ese aspecto y que tiene más la canasta como objetivo, pero ya hemos comentado que no llega a ejercer de chupón de forma exagerada, como demuestra que la temporada pasada era el tercero en tiros intentados de su equipo tras Aradori y Sims. También el hecho de que tira más de 6 triples por partido por solo poco más de 4 de dos, podría entrar en defecto, pero si tiene capacidad para anotar de varias maneras. En resumen, más que defectos claros, tiene varios aspectos que debería mejorar y está en el lugar adecuado para ello.
Aquí podéis ver un completo vídeo de su último año universitario con Missouri: