Hace aproximadamente 13 años, en enero de 2010, llegaba un joven croata de 2’17 al aeropuerto de Barajas. El “Gasol del Este”, lo tildaban algunos medios, y lo cierto es que su carta de presentación ilusionaba: 18 puntos y 9 rebotes de promedio en la liga adriática. Y lo mejor: un futuro más que prometedor en la ACB -llegó con apenas 22 años-. Su nombre era Ante Tomic. En su primera campaña ya demostró tener el nivel para jugar en una de las ligas más competitivas de Europa, siendo el jugador más valorado solo detrás de Felipe Reyes y Lavrinovic. Había empezado la producción incesante en la zona del jugador nacido en Dubrovnik.

Sus siguientes dos temporadas en el Real Madrid no fueron malas, pero el conjunto blanco decidió no renovar el contrato de Tomic. Entonces el center, que había sido elegido en la posición 44 del Draft de la NBA en la segunda ronda, optó por irse al eterno rival, el Barça. Su estreno no pudo ser mejor: en su primera temporada en el Palau destacó sobremanera. De hecho, hasta la octava jornada no bajó de los 10 puntos, y hasta la undécima no bajó de los dobles dígitos en valoración. Hubo varios altibajos y al final no pudo mantener el nivel mostrado en los primeros meses de competición. En la 13-14, su papel fue clave para que el conjunto blaugrana se impusiera al Real Madrid en la final de la ACB: su doble-doble en el primer encuentro de las finales (17p, 11r) y su gran actuación en el cuarto partido (22p, 9r) hicieron recuperar el trono al Barça.

Parecía que su carrera había llegado a su esplendor en la 16-17, cuando estuvo a las puertas de alcanzar los 20 créditos de valoración de promedio. Eran tiempos complicados en Can Barça, pero él seguía siendo un líder en la pista. No han sido pocas las voces que se han alzado en contra de su liderazgo y en contra de su carácter, pero si nos atendemos a los números, Tomic es uno de los mejores jugadores que ha pasado por la Liga Endesa. Y así lo sigue demostrando en su etapa post-Barça. En la 20-21, tras ocho temporadas en la ciudad condal, tomó una de las decisiones más importantes: permanecer en tierras catalanas para vestir la camiseta del Joventut de Badalona. Había dudas en cuanto al rendimiento que podría ofrecer un pívot que, como se ha comentado, parecía haberlo dado todo ya. Pero las dudas se disiparon rápidamente: 17 puntos en su debut en el Olímpic frente a Unicaja, 30 de valoración en el cuarto choque ante MoraBanc Andorra y 35 de valoración en la sexta jornada ante un Lenovo Tenerife que ya empezaba a asomar la cabeza en los puestos de arriba. 

En cuestión de semanas, se convirtió en una de las piezas angulares del nuevo proyecto de la Penya. Al parecer, el paso del tiempo no le está afectando en absoluto, pues sus prestaciones en estas dos temporadas y media que lleva en Badalona han sido excelentes. Alguna racha negativa de producción anotadora, pero siempre cumpliendo. Está claro que el legado de Tomic en la ACB va más allá de los MVP y de la novena posición en la tabla de más valorados de la historia. Su último premio individual, que lo certifica como mejor jugador del mes de noviembre, es solo una pequeña muestra más de lo que el pívot balcánico puede seguir ofreciendo. A sus 35 años -cumplirá 36 en febrero-, nadie sabe cuándo se le acabará la gasolina. En todo caso, los aficionados continuaremos disfrutando de uno de los mejores interiores que han pasado por España.