A estas alturas de su carrera es complicado poder decir algo sobre Axel Hervelle que no sepan todos ya, consagrado y respetado el león belga es uno de los estandartes del RETAbet Bilbao Basket, y desde su llegada en la temporada 2010 como cedido ha sido uno de los estiletes del estilo de los Hombres de Negro.

Sin la necesidad de que los focos se centren en él, Axel siempre ha destacado por su capacidad para cambiar partidos desde la fase defensiva de los mismos. Es un jugador capaz de marcar diferencias gracias a su intensidad, garra e inteligencia defensivas y que, además, es el principal acicate para sus compañeros en este sentido.

Capaz de dominar desde la destrucción, Hervelle convirtió desde su llegada a la capital bizkaina en el termómetro de los Hombres de Negro, que han brillado en su juego cuando mejor estado de forma ha tenido el belga. La razón es simple, de la mano del mejor Hervelle la defensa bilbaína sube enteros, y con ella la fase ofensiva del juego. 

Con los años y las lesiones, el de Lieja ha perdido la explosividad y exuberancia física que le permitió brillar con luz propia en el pasado, sin embargo, su inteligencia le ha permitido adaptar su juego para seguir siendo determinante. Pero en Axel hay algo innegociable, si está sobre el parquet es para dejarse hasta el último aliento sobre la cancha, por lo que necesita de alguien que le dosifique las fuerzas.

Esta temporada compartirá puesto con su alter ego, Álex Mumbrú, y entre ambos tendrán que ser capaces de liderar al conjunto dirigido por Carles Duran. Ambos son jugadores vitales en el entramado bilbaíno, líderes dentro y fuera de la cancha que deberán dosificarse para afrontar la larga temporada que les espera.

El RETAbet Bilbao Basket necesita a su León Belga en su máximo esplendor, melena al viento y rugiendo a pleno pulmón, Hervelle es el termómetro del equipo, no necesita focos pero sií que su labor destructiva siga marcando el ritmo defensivo de los bilbaínos.