Baloncesto León vive dias inquietos en su seno. La salida por la puerta de atrás de Paolo Quinteros ha sido un duro golpe para todos, lo que ha provocado fuertes reacciones en su contra y sobre todo en contra de Nino Burgan, representante del argentino, al que se le culpa de desconocimiento de la legalidad vigente e “infantilidad” en la toma de decisiones.
En la rueda de prensa celebrada esta mañana, el club ha querido comunicar los siguientes puntos:
“ o No es cierto que la marcha haya sido por una cuestión económica puesto que la negociación nunca se ha dado por finalizada por ninguna de las partes.
o Que el único motivo que desde el club se reconoce como de fricción con su representante fue el derecho de tanteo que hizo efectivo el club en ACB
o Que si bien es cierto que el proyecto deportivo giraba en torno a la figura de un jugador de sus características, el club quiere dejar claro que no supone ningún desastre deportivo sino un contratiempo que desde la dirección deportiva ya se esta trabajando para su solución lo antes posible.
o Que el club ha obrado de acuerdo a la legislación vigente haciendo efectivos los derechos que le amparan en cuanto a la protección contractual con los jugadores ACB y que solo un desconocimiento manifiesto por su parte de esta legislación ha motivado la pateleta incomprensible“.
A estas declaraciones se unían las realizadas por Gustavo Aranzana, que habló del jugador en terminos de “cobarde” y “decepcionante”, después de que decidiera seguir en la liga LEB y desdeñaba la posibilidad de ganarse un gran contrato en la liga ACB.
Tanto Aranzana como la Junta Directiva del León han sido muy críticos con Nino Burgan, representante argentino que cuenta en su cartera con jugadores como Wolkowisky, Farabello, Gustavo Fernández o el propio Quinteros.
En otro orden de cosas, Kevin Thompson ya es jugador rojo, al alcanzar un acuerdo por una temporada. El pívot de 36 años destaca por su capacidad defensiva y reboteadora, siendo el complemento perfecto de Rick Hugues.