La Junta de accionistas del Club Baloncesto Sevilla se ha pospuesto para mañana 21 de julio tras la no acreditación de los propietarios, Caixabank, en la primera convocatoria de hoy. Será, así, en la segunda donde se decidirá todo, donde La Caixa sí se acreditará y habrá, por tanto, quórum suficiente (capital social) para tomar decisiones vinculantes. Este movimiento apura las negociaciones hasta esta misma tarde. Lo único oficial, en palabras de Fernando Moral, presidente del Baloncesto Sevilla, es que “hay varias operaciones abiertas” y que mañana será el día “definitivo” pase lo que pase.
La jornada comenzaba con una reunión del Consejo de Administración a la que los miembros de La Caixa acudieron por la puerta de atrás del pabellón y evitar las decenas de aficionados, empleados y medios de comunicación presentes en San Pablo. Los representantes de la entidad financiera catalana repitieron proceso a la hora de marcharse. Un secretismo que ha mantenido a la prensa sin poder realizar fotos, ni grabaciones y que desalojó a los periodistas en la puerta de la sala donde se celebraría la Junta. En la reunión del Consejo de Administración se pusieron sobre la mesa las últimas cartas en torno al futuro del Baloncesto Sevilla. Hay varias operaciones sobre la mesa. La principal, el Real Betis Balompié.
El Betis, por sí solo, insuficiente
Quince minutos antes de que compareciera Fernando Moral pospuesta la Junta y terminada la reunión del Consejo, Ángel Haro, presidente del Real Betis Balompié, afirmaba en la presentación de un futbolista que “hay esperanzas y se están buscando soluciones muy imaginativas”. Confirma, así, que el Real Betis es la veda abierta a la continuidad del Baloncesto Sevilla y el eje de que la decisión se tome mañana. Pero el hecho de que la opción del Betis no se concrete demuestra, también, que por sí sola no posee suficiencia. En otras palabras, si Fernando Moral habla de “varias operaciones abiertas” es porque el Betis necesita músculo financiero ante la imposibilidad legal de poner dinero (Art 19.4 de la Ley del Deporte). Caixabank lo tiene claro y exige, mínimo, dos millones de euros, manteniéndose como patrocinador.
Se cruza la opción del Grupo Torrot, que fue el primero en interesarse por el Baloncesto Sevilla. Fracasaron las negociaciones porque Caixabank no estaba dispuesta a dar el crédito y tener que financiar el presupuesto para el proyecto. Una unión entre Torrot y Betis daría a La Caixa garantías de un buen aporte económico y una marca muy poderosa a nivel local y nacional. La pega a esta opción es si Torrot estaría dispuesta a poner el dinero mientras que camiseta, colores y escudos pertenecerían al Real Betis. Un escollo realmente duro.
No se descarta, tampoco, la ayuda de las instituciones, dado que el Ayuntamiento ha mantenido una actitud proactiva ante la necesidad de salvar al club, presentándose como mediador. Caixabank, a raíz de la absorción de Cajasol, mantuvo importantes vínculos con Sevilla y muchísimos proyectos en la ciudad. Es esa vía, la institucional, otra opción que se presenta clave. Desde La Caixa, sin ir más lejos, han insistido en repetidas ocasiones en la falta de ayuda por parte de las instituciones. Hasta el momento, la opción de que la administración pública pusiera dinero se había descartado.
La posposición de la Junta de accionistas para mañana a las 13 horas es una decisión sin demasiado riesgo para Caixabank. Por un lado, mantiene la vía abierta de que entren novedades. Por otro, apela a la imagen de haber agotado los plazos hasta el final. De lo dicho por Fernando Moral, aunque la decisión de liquidación de una entidad es revocable y reversible aun adoptada en una Junta, sí asegura que la resolución de mañana será definitiva.
Fernando Moral se ha mostrado “moderadamente optimista” sobre las posibilidades del Baloncesto Sevilla. “Si se quisiera liquidar sin más se habría hecho hoy directamente”, afirmó en la comparecencia posterior, además de añadir que “hay voluntad de negociar”. Considera que es una buena noticia que haya un día más tras varias jornadas “casi sin sueño”.
Los apoyos recibidos en el club por todo el baloncesto español han mostrado lo vivo de la lucha por la salvación del club. Hasta el punto de que La Caixa se ha mostrado incómoda por la presión que está ejerciendo el panorama mediático sobre la decisión final que tome la entidad catalana. No hay ninguna duda: la salvación del Baloncesto Sevilla depende del cruce de diversas negociaciones.