La losa de los 6 millones de euros de deuda heredados por el nuevo Consejo de Administración de Bilbao sigue siendo un peso difícilmente asumible para los nuevos gestores. Se lleva tiempo trabajando en los despachos del club vasco para enderazar el camino hacia que conducía irremediablemente hacia el abismo, pero el objetivo no es nada sencillo. El tiempo corre en contra de Bilbao Basket y además pendía la amenaza de la posibilidad de que alguno de los acreedores pudiera instar un concurso de acreedores que, a falta de patromonio por parte del club para hacer frente a este proceso, podría encaminar a la Sociedad Anónima Deportiva hacia su liquidación definitiva. Para evitar males mayores y acotar el tiempo de negociación, ha sido el propio Bilbao Basket el que ha solicitado un Preconcurso de Acreedores

En esta sociedad del siglo XXI las noticias vuelan a la velocidad de la luz por la red de redes y cada vez es más complicado controlar los tiempos por parte de los clubes a la hora de dosificar la difusión de información. Así, Bilbao Basket ha tenido que informar mediante nota de prensa de la solicitud de este preconcurso de acreedores de forma atropellada tras adelantar esta circunstancia el blog El Contraataque

Tal y como señala la nota difundida, este solicitud tiene como objetivo  "conseguir un plazo de tres meses, prorrogable otro mes más (nota del redactor: este cuarto mes sería de preparación para el concurso de acreedores en el caso de que no se llegase a un acuerdo con los mismos en los tres meses previos), en el que efectuar las negociaciones necesarias con todos los acreedores para alcanzar un acuerdo extrajudicial", así como "evitar la interposición de un concurso necesario, por parte de algún acreedor, que imposibilitara las negociaciones iniciadas con la totalidad de los mismos y condujera al Club a su posible liquidación".

En definitiva, Bilbao Basket ha puesto coto a la renegociación de las deudas y las quitas a realizar para redimensionar la deuda estableciendo una fecha límite. Una carta a jugar, a sabiendas que un hipotético concurso de acreedores posterior no sería beneficioso para ninguna de las partes. Veremos como es acogida esta medida por algunos de los acreedores que yan han mostrado su sorpresa ante este anuncio.