Matinal de cierre de temporada en el Bizkaia Arena. Han sido 53 encuentros disputados en un campaña dura para Bizkaia Bilbao Basket, en la que se ha podido remontar una muy difícil situación en la ACB (el equipo bilbaíno estaba en puestos de descenso a comienzos de año) para acabar la fase regular en novena posición. Se esperaba más del equipo, pero visto lo visto a principios de temporada, poco más se puede pedir a la última fase de campaña en la que el conjunto bilbaíno ha estado dirigido por Fotis Katsikaris (que, por cierto, hoy cumplía años. 43 concretamente).
Precisamente, la única duda que se cernía sobre el puesto a ocupar por Bizkaia Bilbao Basket en la clasificación de la fase regular fue despejada ayer tras la derrota de DKV Joventut ante Power Electronics Valencia. Esta novena plaza (a la que se suma el tercer puesto logrado en la Eurocup Finals de Vitoria-Gasteiz) puede ser una de las llaves para que los bilbaínos puedan disputar la próxima edición de la Eurocup. Desde distintas fuentes hemos podido saber que esta participación se da casi por hecha. En este sentido, los primeros movimientos del mercado parecen ir destinados a reforzar aún más la plantilla de cara a dar el salto de calidad que la ambiciosa dirección del club desea dar (sobre esta cuestión, en las próximas horas nuestro redactor Gerard Solé publicará un artículo sobre los primeros escarceos en el mercado ACB). ¿Cuántos jugadores de la actual plantilla se despedían de su público al final del partido de manera definitiva? En los próximos meses conoceremos la respuesta.
Por su parte, Blancos de Rueda Valladolid llegaba a Bilbao con los deberes hechos. Perfectamente dirigidos desde el banco por Porfi Fisac, la plantilla vallisoletana logró hace semanas garantizar la permanencia en ACB, objetivo básico de este modesto club. En el momento de la despedida también surgen las incógnitas en el club vallisoletano: ¿Continuará Fisac? ¿Dará Fede Van Lacke el salto a un equipo ACB con mayores aspiraciones?
Sin nada que jugarse, el encuentro no tuvo mayor historia. Bizkaia Bilbao Basket dominó en el marcador con claridad en la primera mitad del encuentro (24-12, min. 10, 51-31, al descanso). Tras el descanso, una zona de ajustes de los vallisoletanos complicó la vida a los locales, que, en un principio, no encontraron el camino para romper esta defensa. De esta forma, los visitantes volvían a meterse en el partido, dejando la desventaja por debajo de los 10 puntos (56-47, min. 26). Los de Katsikaris acabarían encontrando la llave para abrir la defensa visitante. Desde la línea de 6.25, primero Mumbrú y Salgado, y poniendo la guinda el letón Janis Blums, Bizkaia Bilbao Basket devolvería la diferencia donde estaba minutos antes. Así, un triple desde su propio campo de Blums dejaría el marcador en 76-59 al final del tercer cuarto. En pleno relax del último cuarto, los de Fisac llegarían a poner en cuestión la victoria local (79-73, min. 36). La cosa quedó ahí, finalizando el partido con victoria de Bizkaia Bilbao Basket por 86-77.
A nivel individual, poco que resaltar. En Bilbao Basket, buenos minutos en la dirección de Javi Salgado (14 puntos y 2 asistencias) y, de nuevo, la puntería desde el perímetro de Janis Blums (14 puntos, incluyendo 4 triples, 2 rebotes y 2 asistencias). En los visitantes, Diego García (19 puntos y 2 asistencias) actuó de estilete ofensivo. Muy Buena labor de Stephane Dumas (14 puntos, 3 rebotes y 4 asistencias).
Hubo minutos para todos. Así, el joven Mikel Úriz (juega cedido en el Santurtzi de Adecco Leb Plata) debutó en el Bizkaia Arena (ya lo había hecho en ACB, jugando sus primeros minutos en el Palau). En los 3 minutos que estuvo en pista tuvo la oportunidad de anotar un tiro libre. En Blancos de Rueda Valladolid hizo su puesto de largo en la ACB Leo Waskiewicz, pívot brasileño de 20 años y 2.09 de estatura. El poste vallisoletano mostró maneras, sumando 6 puntos, 3 rebotes y 1 tapón en los menos de 14 minutos que disputó.
En cuanto a los colegiados Chuck Jones, Donald Devon Hudson y Scott Bolnick, no tuvieron un partido complicado para arbitrar y tampoco se complicaron la vida. Se notó cierta falta de adaptación al baloncesto FIBA, pero, al menos, su labor pasó inadvertida.