Alex Renfroe (1.91, 26 años) abandona el Blancos de Rueda Valladolid al hacerse oficial la información que hoy adelantaba Gigantes.com y que situaba al base norteamericano en la órbita del Brose Baskets Bamberg de la liga alemana. Según apunta el club vallisoletano en su nota oficial, su salida conllevará una compensación económica para el club.

La salida de Renfroe sería un eslabón más en la reacción en cadena que se está produciendo en el seno del club vallisoletano, que tiene su origen en los problemas de impagos que atraviesa la entidad y que amenaza con descomponer el proyecto de toda la temporada.

Othello Hunter se plantaba la pasada semana y no se presentó para disputar el partido que enfrentaba a su equipo ante el Unicaja. El pívot norteamericano ha regresado esta semana a los entrenamientos pero la situación en el seno de la plantilla sigue siendo tensa ante una situación que, de prolongarse en el tiempo, puede tener consecuencias nefastas para el club.

Con la precaria situación económica del club parece improbable que puediera llegar algún recambio para cubrir la baja de Renfroe y la situación deportiva podría resentirse si no se aporta una solución a la situación actual de la plantilla.

Román Montáñez ha declarado que la actuación de Hunter "es respetable" y que "si no cobra por jugar al baloncesto, él decide no jugar". Montañez también dejó bien claro que "en esa situación estamos todos y que esperamos que se solucione para toda la plantilla".

El capitán del conjunto vallisoletano, Nacho Martín, se mostraba preocupado por la situación y confirmaba que "nadie está al día de cobro" pero descartaba cualquier iniciativa de plante dentro de la plantilla.

Los problemas de liquidez del club vallisoletano pueden poner en peligro la viabilidad del club, no solo por los impagos actuales a los empleados y plantilla, sino por la posible dificultad en hacer frente a los pagos generados tras el proceso concursal que atravesó el club hace apenas un año.

Hay que recordar que el CB Valladolid estuvo inmerso en un proceso concursal que finalizó en diciembre de 2011. Al finalizar el concurso de acreedores su deuda se redujo de 7.4 millones de euros a unos 4 millones que, según el convenio firmado con los acreedores, se pagarían a lo largo de siete años. Hay que tener en cuenta que cualquier incumplimiento de estos pagos podría ser denunciado por los acreedores y supondría el inicio de la liquidación de la entidad.