A falta de sólo tres jornadas para el final, el Real Madrid ha asegurado ya la primera plaza, la lucha por el descenso parece casi solventada y la principal emoción se centra en saber qué equipos completarán el Playoff por la parte de abajo. En el octavo puesto aparece Blusens Monbus, igualado a victorias con el noveno clasificado, Unicaja. Y el capricho del calendario nos ofrece un duelo directo entre ambos en la jornada 32 que puede marcar quién de ellos logra meterse en la lucha por el título.
Pese a encontrarse igualados en la tabla, las circunstancias que han llevado a ambos a esta situación es bien distinta. Blusens es un equipo al alza. Después de su primera experiencia en ACB hace tres campañas, que terminó con el descenso al Adecco Oro, los gallegos volvieron a lograr ascender y ya la temporada pasada mostraron una gran progresión. Tras una primera vuelta dubitativa, un buen final de año les hizo amarrar la salvación sin excesivos problemas.
Para esta campaña, Blusens Monbus se mostró ambicioso dentro de sus limitaciones. Montó en verano un equipo equilibrado, bien estructurado y magníficamente dirigido en el banquillo por Moncho Fernández. Los resultados están ahí, con un balance positivo de 16 victorias y 15 derrotas en 31 jornadas y victorias en las pistas de Caja Laboral, Unicaja, FC Barcelona y Real Madrid, los cuatro equipos de Euroliga, algo que casi podría asegurarse que ningún equipo logró hacer en temporada regular en ninguna ocasión.
Blusens Monbus tocó con los dedos el meterse en la Copa del Rey, tuvo opciones hasta la última jornada de la primera vuelta, y ahora quiere lograr el premio de meterse en el Playoff. Sin presión, con grandes dosis de ilusión, pero sobre todo con muy buen baloncesto. Está en su mano.
Por su parte Unicaja es la cara contraria de la moneda. Los malagueños se encuentran en una peligrosa decadencia en los últimos años que no logran frenar. Han pasado de estar luchando por los títulos a ver como en las tres últimas campañas su lucha es para simplemente meterse en Playoff. Hace dos campañas lo consiguieron en la última jornada, el año pasado no lograron pasar de la novena plaza y esta temporada vuelven a estar en serios problemas para estar entre los ocho primeros, algo que debe ser más que una obligación para el equipo malagueño.
Unicaja debe, por presupuesto, plantilla y masa social, aspirar a estar en la lucha por los títulos, pero lleva cinco temporadas metido en una espiral de bajada de rendimiento y aspiraciones que ha terminado en convertirse en un club que devora entrenadores y jugadores a mansalva sin lograr sacarle resultados positivos a casi ninguno de ellos.
Después de una campaña muy irregular, Unicaja ha llegado a verse muy lejos del Playoff. En la jornada 21 era 12º y se encontraba a cuatro victorias del octavo puesto. Parecía que el fracaso estaba casi consumado pero los malagueños reaccionaron a tiempo para, al menos, llegar a las últimas jornadas con opciones de maquillar la temporada en la Liga Endesa, después de volver a quedarse sin disputar la Copa del Rey por tercera ocasión en cuatro años. Unicaja está obligado a salvarse del fracaso y esa responsabilidad a veces ha atenazado demasiado a la plantilla.
También depende de sí mismo Unicaja, pues venciendo los tres encuentros estará en Playoff. Y el primer encuentro será en la Fuente do Sar, donde se jugarán dos encuentros en uno. El primero, por la victoria. El segundo, en caso de victoria malagueña, por el basketaverage, pues como dijimos anteriormente Blusens Monbus venció en Málaga, con seis puntos de diferencia a su favor.
La Ilusión gallega contra la Obligación malagueña, dos modos de encarar un encuentro, dos formas de luchar por un Playoff, ¿Cuál se impondrá?