Nunca una página web (www.carloscabezas.es) fue tan sincera como la de Carlos Cabezas. Ayer la estrenó y dejó una bomba: “Me consta que alguna franquicia tiene interés en hacerme alguna prueba específica en Estados Unidos (se especula con Knicks y Raptors). Quieren que vaya en verano, no a una Liga de Verano, sino a hacer algo más específico conmigo y probarme. Tendré que barajar si eso es mi mejor opción”.
Cabezas, de 28 años, finaliza contrato el próximo 30 de junio con el Unicaja, y aunque la entidad de Los Guindos tiene derecho a tanteo ante cualquier oferta de algún equipo español el propio jugador asegura que tiene “una edad muy buena para probar en la NBA. Siempre he tenido problemas de cláusulas y tenía contrato, con lo que era difícil dar el salto. Ahora estoy en condiciones de probar esta experiencia”.
No obstante, el base malagueño deja una puerta abierta a su continuidad con el Unicaja. “Siempre he dicho que me gustaría retirarme aquí y cumplir mi sueño de jugar en Málaga, en un gran club, y en la ciudad donde he crecido y he ganado cosas importantísimas. A partir de ahí, hay que esperar a las negociaciones, que esperemos que sean las mejores a final de temporada para que lleguemos a un acuerdo”.
Sin embargo, el agente de Cabezas, Gorka Arrinda, tiene encima de la mesa una oferta de renovación a la que todavía no ha contestado. A esto se añade el interés que ha mostrado el Real Madrid. Después de cortar esta misma semana al base Pepe Sánchez, el club blanco anda detrás de Cabezas.
A todo ello hay que sumar la relación Cabezas-Aíto. El técnico del cuadro malagueño ha mantenido una relación amor-odio con el jugador (19 partidos, 19 minutos, 8’9 puntos) después que no contara con él para las Olimpiadas de Pekín. Para él fue “una decepción” y que también hace constar en su web. “Esto me ha hecho madurar como jugador y como persona”.