Apoteósico. El Caja Laboral volvió a tomar las riendas de la eliminatoria al doblegar en la prórroga al Real Madrid en eso, un apoteósico partido de baloncesto. Tuvo absolutamente de todo, en un marco incomparable, con un ambiente de puro playoff. El Real Madrid tomó las riendas del choque en el segundo tiempo, llegando a tener el partido agarrándolo con la yema de los dedos. Se le escapó y el equipo vitoriano fue capaz de amarrarlo en una prórroga que acabó también un thriller no apto para cardiacos.
El Baskonia comenzó dominando el juego, con un juego muy físico, que hoy si permitían los árbitros. Dusko Ivanovic llevaba el partido a su terreno, un ritmo más lento, impidiendo cualquier conato de transición y con una impecable defensa colectiva que cegaba a los blancos de inicio.
Los madridistas intentaban cargar el juego interior, único aspecto en el que estaban siendo superiores, sobre todo merced a su absoluto dominio del rebote en ambas canchas.
Los vitorianos se sentían cómodos en este ritmo y cogían ventajas que llegaban a los siete puntos, dando la sensación en muchas ocasiones que incluso en ataque estaban perdonando algunas situaciones relativamente sencillas. Los merengues no encontraban a Carroll, su desatascador en el juego estático, aunque sí que aparecía Kyle Singler. Justo antes del descanso, el rebote ofensivo y la primera contra de los visitantes a cargo de Velickovic cerraban el partido a dos puntos.
Con energías nuevas llegó el Madrid del descanso. Más actividad defensiva y todavía mayor agresividad en el rebote y en verticalidad de cara al aro. Así conseguían ponerse por delante nada más comenzar el tercer cuarto. El partido cambiaba de dueño constantemente, con un Madrid que seguía haciendo mucho daño en el rebote.
Baskonia parecía que amagaba con romper el partido con un 8-0, que llegaba con una antideportiva de Carroll y un triple de Teletovic.
Muy al contrario el Madrid salió al último de los cuartos reglamentarios con mucha fuerza. Verticalidad y carácter de Sergio Rodríguez y Sergio Llull que rompían a un Baskonia adormilado con un poderoso 0-12, cambiando de jerarquía de nuevo el partido.
Real Madrid tenía 5 puntos de ventaja, parcial favorable y a un rival maniatado al que no le salía nada en ataque. Una tangana con Begic de por medio expulsado del partido, metía de nuevo a los azulgrana. El partido estaba empatado.
Llull remontó con fuerza la defensa vitoriana con dos penetraciones llenas de fuerza y calidad. Los merengues tenían el viento muy de cara con cuatro puntos de ventaja. Así en el último minuto y ya con dos puntos de superioridad el Madrid erró en su elección, con un Baskonia dispuesto a morir desde la que se ha convertido en una de las especialidades, la defensa. Prigioni cogió el balón, vio pasillo y penetró para empatar el partido en una bandeja forzada. Llull no logró deshacerse de la prórroga con el tiro final con 0.8 segundos.
Así se llegó a la prórroga, en un Buesa Arena que respiraba fuego. Los locales tomaron las riendas, pero el Madrid no se iba a dar por vencido. Un excelente Sergio Rodríguez empataba el partido con un triple. Velickovic lograba encadenar el segundo lanzamiento desde 6.75 y dar 3 puntos de ventaja al Real Madrid.
Entonces apareció el hombre de los playoff, Nemanja Bjelica, anotando un soberano mate con 2+1 que devolvía la igualdad y la máxima tensión al parquet. Teletovic y Oleson un trio de dos desde la esquina dejaban casi sentenciado el partido.
Pero en este partido nunca se podía asegurar nada. Carroll, tremendamente desafortunado hoy fallaba su tiro y Bjelica capturaba el rebote. Con tres puntos de ventaja no fue capaz de apuntillar definitivamente al Real Madrid, ya que un tiro libre de Sergio Rodríguez y la recuperación del balón ya que en el rebote baskonista, estos lo perdieron, les daba otro salvavidas que esta vez no pudieron ejecutar.