Antes de la Final de la Copa del Rey de ésta tarde (18:30, Movistar+), hemos querido preparar un artículo especial enfrentando la juventud de dos jugadores importantísimos, por diferentes motivos, en sus respectivos equipos: Luka Doncic y Fernando San Emeterio.

LUKA DONCIC, DERRUMBANDO PUERTAS HACIA LA GLORIA

Nadie va a descubrir a estas alturas el talento de Luka Doncic, el joven base esloveno está demostrando cada día ser un fuera de serie, y esta Copa del Rey está terminando de consagrarle. Quizás lo más sorprendente en Luka sea su capacidad de tomar buenas decisiones, una madurez impropia en un jugador de su edad, pero que hace de la perla madrileña un jugador muy especial.

Doncic en el Madrid representa la ambición, la juventud y el hambre constante de mejora y crecimiento. Pablo Laso en rueda de prensa el otro día dejó una frase para la posteridad que representa perfectamente el estilo de su Real Madrid "El baloncesto es un deporte que te enseña cada día, y tienes que estar preparado para aprender de él".

Luka ha llegado para asombrar, para sorprender y para quedarse. Su estilo no entiende de tocar puertas para que le permitan entrar, él directamente las derrumba y se hace sitio. Su juego ya es una parte vital del entramado del Real Madrid. Si mantiene el nivel demostrado hasta ahora, y el conjunto blanco levanta la Copa, es más que probable que el esloveno se alce con el MVP.

FERNANDO SAN EMETERIO, EL ÚNICO CAMPEÓN EN VALENCIA

En ocasiones, sin embargo, un valor fundamental en los equipos es la experiencia. En un Valencia Basket que vive de las constantes rotaciones, y de la importancia de un banquillo largo que mantenga el nivel físico que imponen los de Pedro Martínez, hay un solo jugador que sabe lo que es ganar una Copa del Rey: Fernando San Emeterio.

El alero cántabro es una pieza importante en el engranaje taronja, y especialmente sustancial como pegamento de unión del vestuario. Su voz es escuchada por todos, y tras ganar la semifinal, y mientras el resto lo celebraban, el mensaje de Fernando era claro “Aún nos queda un partido, ahora tenemos que pensar en el partido de mañana. Tenemos una posibilidad, pero tenemos que competir e ir a por ello porque no se juegan muchas finales. El camino es estar tranquilos, recuperarnos e ir a por todas como hemos hecho hoy”.

La experiencia de Fernando será vital para el Valencia Basket, su saber estar y la emoción que le despierta poder ganar en el Buesa Arena. Su partido en semifinales, especialmente en el primer cuarto, guió a los taronja hacia la final. Fernando es el único que sabe lo que es alzar el trofeo copero en las filas del Valencia Basket, y su veteranía debe marcar el camino hacia la victoria estar tarde.