Alta Gestión Fuenlabrada se llevó ante Pamesa un partido que resultó menos complicado previsto, ya que el choque estaba encauzado en el descanso y no hubo sobresaltos en los dos cuarto siguientes.

El precedente de la pretemporada (en el que Douglas se cargó a los locales a base de triples) y la merma por lesiones del Fuenla (Saúl Blanco y Virginius Praskevicius no pudieron jugar) no impidieron que el equipo naranja consiguiera una ventaja de ocho puntos en el primer cuarto, liderados por el buen hacer de Solana y la sangría interior de Wideman, que campaba a sus anchas en la pintura taronja y sólo suavizada por el buen hacer de Milojevic y Avdalovic.

No es ningún secreto que en el Pamesa no están bien las cosas, y para comprobarlo no hay más que ver los gestos de contrariedad de los jugadores -pidiéndose explicaciones entre ellos- después de cada canasta fácil recibida.

A partir de ese momento la diferencia comenzó a hacerse mayor tanto en el marcador como -sobre todo- a nivel de sensaciones. El Alta Gestión fue mucho más serio y defendió a la perfección a la escuadra valenciana, sin ideas en ataque y limitado a unos sistemas que morían en los lanzamientos exteriores de Douglas (3 de 9 en triples) o a optar por la captura del rebote ofensivo.

Mientras tanto, Wideman seguía alimentando sus buenos números (nueve canastas sin fallo y nueve rebotes) y Casimiro -con Paraíso como acompañante- lograba su primera victoria (78-60) ante el Pamesa después de salir del club valenciano: “El partido ha sido especial porque ha ganado el Fuenlabrada, no porque le hayamos ganado al Pamesa. No tengo nada contra ellos, al revés, agradezco mucho a Roig haber podido estar dos años entrenando al Pamesa“.

Menos cordial fue la rueda de prensa de un Ricard Casas que no quiso hacer ninguna valoración que fuera más allá del mero partido: “El equipo no está creciendo como debería hacerlo ahora mismo“. Sin embargo, en el ambiente se podía apreciar que la situación es bastante insostenible. La mayoría de jugadores -hundidos- agredecieron su presencia a los aficionados taronjas que se desplazaron a Fuenlabrada, y en la atmósfera reinante se presentía la espada de Damocles sobre la cabeza de Casas.

Alta Gestión Fuenlabrada 78 (26+13+23+16): Brown (6), Miso (16), Solana (4) , Guardia (13), Wideman (20) -cinco inicial-, Ferrán López (0), Jorge García (11), Paraiso (8).

Pamesa Valencia 60 (20+7+22+11): Avdalovic (13), Oliver (2), Douglas (17), Garcés (9), Milojevic (14) -cinco inicial-, Claver (0), Mujezinovic (0), Luengo (2), Chiacig (1), Timinskas (2).