En los últimos días, hemos vivido dos canastas sobre la bocina de esas que valen su peso en oro. Se suele hablar de "clutch player" para definir aquellos jugadores que le gusta tomar los últimos tiros y decidir en los momentos calientes del partido, pero otras ocasiones los partidos se deciden por jugadas que se quedan en esa estrecha frontera entre el talento y la suerte de los protagonistas. Además de las canastas de Alex Abrines para el Barça y de Alejandro Díez para el Peñarol argentino, vamos a recopilar otras canastas con el mismo patrón en los últimos años y a ver si entre todos llegamos a un acuerdo si son churros o genialidades.
ALEX ABRINES (FC Barcelona): El escolta mallorquín asumió la responsabilidad de la última jugada del Barça-Unicaja con su equipo cayendo por tres puntos. Ni la defensa y posterior manotazo de Jon Stefansson ni la ayuda de Ryan Toolson fueron suficientes para pararlo y Abrines se inventó un triple a tablero para enviar el partido a la prórroga. ¿Churro o genialidad?
NICO RICHOTTI (Iberostar Tenerife): El de Alex Abrines no fue el único triple sobre la bocina del fin de semana. Al final del partido que enfrentó a su equipo con Montakit Fuenlabrada, el escolta bahíense lanzó el balón desde su propio campo más como una acción de rabia que como un intento de anotar, pues el partido estaba decidido, y anotó una canasta fuera de tiempo que podría haber valido aunque sólo fuera por la larga distancia desde que se ejecutó la acción. ¿Churro o genialidad?
TERRELL MCINTYRE (Unicaja): Este canasta es quizás uno de los mejores momentos que se recuerdan en los últimos años en el Martín Carpena. Después de 40 minutos y una prórroga de pura emoción, Pablo Prigioni anotaba un triple a 4 segundos del final para poner al Real Madrid dos puntos arriba, pero no contaba con la genialidad del ex del Montepaschi que se abrió rápido para recibir el saque de fondo de su compañero, corrió el campo y con un tiro en rectificado con dos defensores del Real Madrid encima consiguió un triple que dio la victoria a Unicaja. Más allá del partido y de la canasta en sí, lo que realmente se hizo famoso del momento fue el "Dime que no estoy soñando" de Óscar Cuesta, narrador del encuentro en Orange Arena. ¿Churro o genialidad?
JAYSON GRANGER y PEPE SÁNCHEZ (Unicaja): Sin movernos mucho de Málaga, aunque esta canasta fue con Unicaja como visitante, vamos con una canasta de uno de los sucesores de T-Mac en el puesto de base. El coast-to-coast del uruguayo Jayson Granger sobre la bocina para dar la victoria en Euroliga ante Montepaschi es otro de esas canastas que quedan en la retina. Aunque si hablamos de Euroliga, Unicaja y de genios, es imposible no acordarse del histórico triple de Pepe Sánchez que valió una clasificación para la Final Four. ¿Churro o genialidad?
TYRESE RICE (Maccabi): Si hubo una canasta decisiva la pasada temporada, fue la que convirtió el eléctrico base del Maccabi Electra para decidir el título de la Euroliga a favor del equipo israelí. CSKA perdió el balón en el que debía haber sido el último ataque del partido y Rice corrió el campo para anotar una bandeja ante una buena defensa de Milos Teodosic. ¿Churro o genialidad?
MILOS TEODOSIC (Serbia): Ahora que aparece en escena el gran base serbio, es inevitable traer a la memoria una canasta de infausto recuerdo para el baloncesto español y que Teodosic convirtió para eliminar a la Selección español en cuartos de final del Mundial 2010.
GIORGIOS PRINTEZIS (Olympiakos): Si la Euroliga 2013-14 se decidió con una canasta en la última jugada, hay que recordar la resolución de dos ediciones atrás, donde el ala-pívot griego fue protagonista y en esa ocasión con un tiro un poco menos ortodoxo que el comentado de Rice. Sin embargo, el premio fue el mismo: un título de Euroliga.
MARCELINHO HUERTAS (FC Barcelona): El base brasileño es el claro dominador en las últimas temporadas en lo que a canastas rocambolescas para decidir un partido se refiere. Sin levantar mucho la vista hacia atrás, tenemos dos claros ejemplos de ello: la canasta en rectificado que significó un pase a la pasada final de la Liga Endesa ante el Valencia Basket o un triple con un solo pie apoyado en la final de liga de hace dos años. ¿Churro o genialidad?
FERNANDO SAN EMETERIO (Baskonia): Si hay un ejemplo de jugada que vale oro es el 2+1 del capitán baskonista para decidir el título de liga de la temporada 2009-2010, aunque no es la única canasta del escolta sobre la bocina. En el partido en casa de esta temporada ante Unicaja, Saneme consiguió un triple de gancho en el final de una posesión.
TREVOR BOOKER (Utah, 9 enero 2015): Éste va a sin duda uno de los "circus shots" que más se recuerden en la NBA por años y años. Con 2 décimas de segundo de posesión, Gordon Hayward no encontró a quien pasar el balón bombeado para un palmeo y decidió darle el balón a Booker, que ni corto ni perezoso, palmeó de espaldas al aro y a la altura del pecho el balón para anotar una locura de canasta antes de que sonase la bocina de los 24 segundos. ¿Churro o genialidad?
ALEJANDRO DÍEZ (Peñarol, 12 enero 2015): El ala-pívot argentino fue protagonista inesperado del duelo entre dos de los mejores equipos de la Liga Nacional. Con empate a 79 en el marcador y última jugada para los milrayitas, el base Alejandro Konsztadt no consiguió anotar y Díez se hizo con el balón entre una maraña de jugadores, lanzó de espaldas y convirtió una canasta del todo inverosímil para evitar la prórroga y dar la canasta a los del "Tulo" Rivero. ¿Churro o genialidad?
FELIPE REYES (Real Madrid, 10 noviembre 2013): Si hablamos de canastas de espaldas sobre la bocina, la reina de esta categoría es la de Reyes… si se me permite el juego de palabras. El equipo blanco estaba en su momento álgido de la pasada temporada, donde los partidos se contaban por victorias contundentes y el equipo funcionaba como un auténtico rodillo. Con 0.4 segundos por jugarse del primer tiempo y los de Pablo Laso vencían con facilidad a la Bruixa d'Or por 51-28, Marcus Slaughter puso el balón en juego desde línea de fondo con un pase de "quarterback" y Felipe Reyes, controlando con dificultad, decidió lanzar de espaldas desde más allá del triple y casi cayéndose por la línea de banda para anotar una canasta que sorprendió a propios y extraños. ¿Churro o genialidad?
MICHAEL JORDAN (Chicago): El postre va al final y hablar de canastas decisivas sobre la bocina y no meter a Air Jordan. Para cerrar el artículo, deleitémonos una vez más con aquella canasta del 23 en el año 1998 que significó su sexto anillo en la NBA, y quien mejor para hacerlo, que la narración de don Andrés Montes.