Solobasket.com ha podido conversar con el técnico del Unicaja, Chus Mateo, para poder desgranar como ha sido este 2011 para él en su primera aventura al frente de un equipo de ACB como primer entrenador. En una conversación a tres bandas entre el entrenador madrileño, el compañero Sebastián Souvirón y un servidor, se hizo un análisis de todo el año así como de la evolución del equipo y su relación con la grada.

Como balance general del año, Chus Mateo se refleja "muy contento porque se ha cambiado de una sensación de desasosiego, en el Carpena estaban descorazonados. Ahora hay más identidad con el equipo, y la plantilla tiene muchas ganas de agradar y están más cercanos los jugadores y la afición"

Su llegada en Enero no fue fácil. Volvía a Málaga, donde ya fue segundo entrenador con Sergio Scariolo, para dirigir a un equipo que se quedaba por segundo año fuera de la Copa del Rey, con Aíto García Reneses destituido y una profunda fractura entre el club y sus aficionados. "Yo no sabía el panorama aunque la gente me lo comentaba".

En su presentación dejó claros ya sus principales conceptos. "En mi llegada sólo podía transmitir la ilusión que teníamos todo el nuevo cuerpo técnico. Era necesario un cambio de actitud y de la forma de hacer las cosas". "La ilusión inicial que trajimos se empapó en el grupo, que me lo encontré con muchas ganas de trabajar".

Desde el primer momento Chus Mateo supo encontrar lo necesario para hacer que su equipo conectase con la grada. Su primer encuentro de Liga en casa fue una auténtica exhibición ante el CAI Zaragoza, superando la centena de puntos. Su modus operandi para cambiar el chip al equipo es claro "lo conseguimos siendo normales. No somos ni unos técnicos ni unos psicólogos extraordinarios, sólotratamos de poner sentido común y criterio a lo que hacemos. Los grupos funcionan mejor si las cosas se hablas y se dicen el porqué se hacen".

El equipo mostró en sus inicios falta de liderazgo, y ahí se deshace el técnico en elogios hacia Jorge Garbajosa. Su llegada a Málaga cambió la cara del Unicaja. "Traer a Jorge el año pasado y mantenerlo este año es un lujo. Es uno de los jugadores que mejor interpreta el baloncesto, aunque ahora ya no le acompañe tanto el físico como antaño, pero tiene un halo de liderazgo increible. Contar con él es saber que el jefe está dentro y que va a saber como afrontar las cosas que vengan. Se ha ganado el respeto de aquellos que pensaban que no podía aportar en esta segunda etapa y se lo merece".

Y una vez concluida la pasada campaña, donde consiguió salvar los muebles metiendo al equipo en playoff’s para mantener la Licencia A de Euroliga, tocaba planificar la temporada 2011/12. El perfil de jugadores que buscaba lo tenía muy claro. "Hemos seleccionado los jugadores buscando gente que quería venir, que rechazó otras ofertas por venir aquí, y que estén implicadas. Para ser un buen equipo en la cancha hay que ser también buena gente y buen compañero fuera de ella, sólo así se reflejará en la pista, y con las incorporaciones de este año lo hemos conseguido".

Está muy satisfecho con la plantilla que tiene en sus manos, que según él mejora a la de la anterior temporada en que "ganamos en hambre, en energía, en capacidad atlética y en que tenemos mucha solidaridad. Somos mejor equipos porque estamos muy juntos, tenemos muchas ganas de agradar a nuestra gente". "Hay mucha unión en este grupo, son una piña y se alegran todos de las canastas del compañero, han entendido que es un juego de equipo, donde cada uno pone su talento en virtud del conjunto. aquí no hay estrellas, la estrella es el equipo".

Lo cierto es que la temporada está teniendo unos resultados extraordinarios. El equipo vuelve a estar en el Top16 por séptimo año consecutivo y prácticamente con pie y medio en la Copa del Rey. Sobre los resultados Chus Mateo se muestra "muy contento. Este equipo si algo transmite es ambición y hay que ser cautos, no dejarnos llevar por al euforia cuando va bien ni caer en el desánimo y que nos pesen las derrotas".

Sobre la posibilidad de alcanzar algún título, el técnico madrileño piensa que "es muy difícil. Sólo hay un campeón de Liga y un campeón de Euroliga. Es bonito tener ambición, aunque un título son palabras mayores. Pero no me gusta marcarme objetivos y lo que sí quiero es que demos el máximo de nuestras posibilidades, a las que no pongo techo. Lo principal es que la gente disfrute con nuestra participación en la fase final de la Copa del Rey si nos clasificamos e igual si entramos en los playoff’s de la Liga Endesa".

Porque este Unicaja no ha mostrado aún su mejor versión. "El mejor Unicaja se vio en Alicante. Ahora tenemos un bajón, un poco esperado por el cansancio, ya que hay jugadores que no paran desde verano, además del esfuerzo que nos llevan las lesiones. Pero el partido de Alicante se parece mucho a lo que queremos ser".

"Es muy importante que el equipo tenga una personalidad, que se pueda decir Unicaja juega así. Somos un equipo diseñado para correr, con dos bases como Valters que puede soltar la bola rápido o Rowland que puede romper en velocidad, además de Darden que puede volar o dos pívots que corren muy bien la pista. No podemos frenar a los caballos, aunque hay que saber que no siempre se puede correr".

En cuanto a los deberes que se marca, Chus Mateo destaca que "podemos mejorar mucho en defensa y en la forma de llevar los contraataques. Queremos hacer un juego de defensa a toda cancha, poder correr y que todos anoten, cosa que en bastantes ocasiones estamos consiguiendo e intentaremos darle mayor continuidad".

Para cerrar la entrevista y como deseo para el próximo año el entrenador dijo que "aunque sea un tópico, pido salud y optimismo para poder afrontar los problemas que surjan".

Normalidad, sencillez, sentido común, ilusión, trabajo y ganas, esos son los valores que desprende Chus Mateo y que ha logrado impregnar en el equipo que ha formado para intentar devolver a Unicaja a la lucha en los puestos altos de la clasificación en la Liga Endesa y para enganchar a una afición que vuelve a estar del lado de su equipo.