Menos de 24 horas para que dé comienzo esta Copa del Rey 2023. Menos de un día para ver en acción a las estrellas y a los actores secundarios, tan necesarios como los jugadores decisivos. Muchos de ellos han sido fichados para ir dando saltos de calidad a las plantillas, pero equipos como el Joventut de Badalona o Valencia Basket han utilizado una fórmula que, históricamente, les ha dado mucho rédito, especialmente a los catalanes. No en vano siempre se dice que Badalona es el bressol del baloncesto; es decir, la cuna.

Y es que el conjunto que dirige Carles Duran tiene en sus filas a un Pau Ribas que, pese a haber pasado muchos años en Vitoria, en Barcelona y en Valencia, se formó en las categorías inferiores de la Penya. En 2020, tras 11 años fuera de “casa”, el hijo pródigo retornó. Otro que ha vuelto después de unos cuantos cursos adquiriendo experiencia en Valencia ha sido Guillem Vives, que lo hizo en 2014 y volvió en 2021. Quien nunca se ha ido y es un absoluto emblema del club es Albert Ventura. Pasarán los años y el Olímpic siempre querrá al capitán una temporada más pese a no deslumbrar a nivel estadístico. Además de estos dos nombres, imposible no citar a Joel Parra, probablemente junto a Pradilla los dos ala-pívots de la selección del futuro junto con Santi Aldama -y del presente, de hecho, puesto que ya han debutado con la absoluta-. Por último, tres nombres: Pep Busquets, que parece estar creciendo a un ritmo más moderado, pero quetambién está encontrando minutos, y Yannick Kraag y Miguel Allen, ambos aún bastante jóvenes con mucha proyección. Aunque Birgander y Andres Feliz pasaron por el filial del Joventut, no se puede considerar que se hayan formado en Badalona.

El segundo equipo con más protagonismo en cuanto a canteranos es Valencia Basket, con Josep Puerto como hombre más destacado. Cabe destacar que Pradilla y López-Arostegui se formaron en otros equipos. Es cierto que Millán Jiménez y Guillem Ferrando han disputado algún encuentro con el primer equipo a causa de las numerosas bajas que ha tenido el conjunto taronja esta campaña, pero a medida que han ido recuperando efectivos, la participación ha disminuido. 

Podríamos decir que el siguiente en la lista es el Barça con dos canteranos formados en la Masía. Si consideramos que Nnaji vistió la camiseta blaugrana siendo junior procedente de Hungría, serían tres. Los otros dos son Oriol Paulí, que ha vuelto a la ciudad donde vivió unos cuantos años en su etapa de formación, y Sergi Martínez, que este año no está gozando de tantas oportunidades como antaño. Otro equipo que tiene tres canteranos formados en el propio equipo es Cazoo Baskonia. Es curioso el caso del conjunto vasco, pues ninguno de los tres es nacido en territorio español. El que cuenta con más protagonismo es Sedekerskis, pero tanto Raieste como Arturs Kurucs han aportado algunos minutos de calidad esta temporada. Idéntica situación es la de Gran Canaria, con Khalifa Diop, Balcerowski y Kljajic formados en el conjunto claretiano. Los dos pívots, sin duda, están cuajando una buena temporada y ni el senegalés ni el polaco parecen tener techo, y nunca mejor dicho.

Por último, los equipos que solo cuentan con un canterano en sus filas. Unicaja Málaga goza del carácter de Alberto Díaz -serían dos si metemos en el saco a Saint-Supery, que ya cuenta con algunos minutos en algunos partidos-. Por último, Iberostar Tenerife (Sergio Rodríguez) y Real Madrid (Ndiaye) son los equipos con menos representación de jugadores que hayan crecido en su baloncesto base. 

Foto de la portada: ACB Photo / J. Alberch.