Solobasket entrevistó a Quique Villalobos (@quiquevich) y a Benja Villegas (@lavodramapop), compositor del grupo barcelonés Anicet Lavodrama, sólo unos meses después de que esta web ayudara al cantante a ponerse en contacto con el ex jugador para que le contara la historia de la canción que habían dedicado "El último mate de Quique Villalobos". Ahora sale a la luz el videoclip en el que participa el mismo Quique Villalobos y que es la carta de presentación del primer EP de la banda que se titula "1221".
¿Cómo surgió la idea de escribir una canción sobre Quique Villalobos?
Benja Villegas: La idea surge de una conversación entre amigos en el trabajo. Oliver, el que después ha sido el realizador del videoclip, no conocía a Quique Villalobos. De hecho se pensaba que era mejicano por el tipo de apellido. Y Dani Balaguer (director y presentador del programa Esports en Xarxa de la Xarxa de Televisions Locals) que pone voz a la locución del narrador en el inicio del videoclip y algunos otros compañeros de trabajo le decíamos: “pero cómo no puedes conocer a Quique Villalobos”. Yo le hablaba de los mates que realizaba Quique y Oliver que es un amante de la música me dijo que "El último mate de Quique Villalobos" sería un gran título para una canción. Eso se me quedó grabado y a los meses cuando comencé a componer canciones estaba con una música, se me vino a la cabeza lo del Último mate de Quique Villalobos y empecé a escribir.
Pero me imagino que la escribiste porque te gustaba su juego y habías seguido su etapa como jugador.
BV: Sí, la canción tiene una doble intención. Alguien lo puede ver como algo tan sencillo como hablar de Quique Villalobos pero para mí además es reivindicar un héroe de mi infancia. No es sólo hablar de Quique Villalobos como tal si no para mí es hablar de un referente al que admiraba.
Y qué pensaste la primera vez, Quique, cuando te enteras que han escrito una canción sobre ti.
Quique Villalobos: Pues imagínate, lo viví con una gran sorpresa. La primera vez que tengo constancia de que me han escrito una canción es a través de una llamada de Benja cuando estaba en la Summer League de Las Vegas. Me levanté por la mañana, escuché las llamadas que había en el contestador como siempre y de repente me encuentro un mensaje suyo explicándome la historia. A los pocos días le llame para ver de qué se trataba y le dije que ya hablaríamos cuando volviera de Estados Unidos. Me pareció increíble que alguien hubiese dedicado su tiempo a escribirme una canción a mí… simplemente por eso hecho desde un principio tuve mucho respeto hacia la idea y hacia una persona que creyó que yo merecía una canción.
Hasta el punto que al final hasta se ha realizado un videoclip sobre la canción…
BV: El caso es que cuando yo le pasé la canción y ya la había escuchado me dijo que contará con él para lo que quisiera y claro yo lo pensé bien y le dije que ya que lo comentaba me interesaba ir algo más allá… Cuando yo escribí la canción no pensé ni que le fuera a llegar a Quique pero cuando vi la posibilidad de poder contactar con él enseguida pensé en la idea de realizar un videoclip sobre la canción.
En un primer momento la idea era que en el videoclip saliera Quique realizando un mate en un pabellón, ¿no?
BV: Sí, lo primero que pensé fue en ir a un pabellón y que Quique se pusiera a jugar… pero tiempo después le comenté la idea a Oliver, el realizador del videoclip, y él al tener una visión externa, menos viciada del mundo del baloncesto, pensó en hacer algo más original. Al final le dio la vuelta y trató de buscar todo lo contrario, captando la cotidianidad más absoluta en la vida del Quique Villalobos actual. Al fin y al cabo al que íbamos a grabar no era al Quique de los 80 si no al Quique actual. A nosotros nos gustó la idea, se lo comentamos a él, no le pareció mal y cogimos los bártulos para ir a grabar el videoclip a Madrid.
QV: Yo estaba dispuesto a cualquier cosa. Se lo dije a Benja en un primer momento que ya me dirían lo que tenía que hacer. Sí que me comentó al principio lo de usar un pabellón y yo busqué uno pero al final cuando llegaron a Madrid esa idea estaba desechada y al final me comentaron que preferían grabar algo diferente en mi casa.
¿Cómo te viste en el piel de un actor interpretándote a ti mismo?
QV: Bueno, yo soy muy obediente. Hago lo que me dicen. Ellos me iban diciendo ponte de esta manera, ponte de otra y yo iba haciendo lo que iban diciendo.
Pero por lo que se ve en el vídeo Quique transmite una gran naturalidad en todo momento.
BV: Nosotros alucinamos cuando le vimos lo bien que lo hacía. Oliver acabó enamorado de su forma de actuar. Pensábamos que le iba a costar y que iba a estar incómodo delante de una cámara pero fue sensacional. Le pedíamos que bostezara y a la primera lo hacía perfecto. Realmente no se acaba de levantar. Él estaba despierto desde las seis de la mañana y no grabamos hasta horas más tarde cuando sus hijos ya se habían ido de casa.
Y qué pensaste la primera vez que escuchaste la canción.
QV: Pues la verdad es que pensé que era muy lenta… me pareció una balada… yo me esperaba algo mucho más movido y cuando la escuche vi que era algo mucho más pausadito como para bailar “agarrao” (risas). Pero luego cuando ya me envió más versionada la canción me di cuenta que sí empieza despacito pero que poco a poco va cogiendo ritmo. No soy ni mucho menos un experto en música. No oigo música ni en el coche así que mi opinión respecto a ella tampoco tiene mucho valor.
Sobre la letra sí que tendrás una opinión al centrarse en tu carrera como jugador.
QV: Bueno ya le dije que tenía un fallo porque el último mate no fue en Cholet si no que fue en Antibes que fue mi última temporada en activo pero bueno eso es lo de menos yo entiendo que la letra ha de pegar y ya está.
BV: Es que no rimaba con nada Antibes (risas). Miramos de cambiarlo pero era ya complicado y no funcionaba así que se quedó en la versión original.
¿Tienes el recuerdo de ese último mate sobre el que habla la canción?
QV: No, no, qué va… ni cuándo fue, ni dónde fue exactamente. Cuando acabó mi última temporada en Antibes yo iba volver a jugar otro año allí pero pedí plaza en el Liceo francés de Madrid para mis hijas para que continuaran con su formación en francés y aunque en el primer momento me dijeron que no, al final hubo dos vacantes para ellas en agosto y decidí retirarme. Lo explico porque por esa circunstancia yo nunca tuve la sensación de que esa sería mi última temporada y por tanto no guardé tantos recuerdos de ese último año como si hubiese sido consciente de que no iba a jugar más profesionalmente a baloncesto.
Y tú Benja, ¿qué recuerdas de él como jugador y qué te fascinaba tanto de él como para que tanto tiempo después le hayas dedicado una canción?
BV: De pequeño me gustaba mucho el basket y mi padre siempre ha sido muy merengue. De hecho a él le gustaba mucho cómo jugaba Quique y a mí también porque tenía un estilo de juego muy diferente al resto. A mí me parecía espectacular. Cuando jugaba en un equipo de pequeño a todo el mundo le gustaba Epi, le gustaba Biriukov, Villacampa… un perfil de jugadores muy parecido que eran tiradores, con un juego para mi gusto muy “lentorro”. Además mientras todos mis compañeros jugaban con los calcetines hasta arriba del todo como sus ídolos yo siempre me los bajaba porque era cómo los llevaba Quique Villalobos… (risas). Era un jugador muy diferente al resto. De hecho la canción tiene la intención de reivindicar su figura que quizás por la época que le tocó vivir no brilló tampoco como lo hubiese hecho en otro momento.
QV: No es por falsa modestia pero sinceramente creo que la gente se acuerda de mí por eso, porque en ese momento mi estilo de juego no se estilaba y yo realizaba un juego diferente que se puede asemejar por ejemplo a lo que hace Llull ahora pero 20 años atrás que en aquel momento era novedoso. Sin embargo creo realmente que yo no era un buen jugador, era un jugador con muchas limitaciones. Empecé a entrenar con 16 años y a los 18 era profesional. Era muy malo, tenía muchas dificultades en conceptos básicos como por ejemplo entrar por la izquierda… Empecé tardísimo pero como venía de hacer atletismo realizaba mates, defendía como un animal, corría… y eso es lo que realmente llamaba la atención pero no era un buen jugador. Fui mejorando con el tiempo pero tenía muchas carencias técnicas.
BV: Sí, pero al final lo que la gente recibe cuando ve un partido de baloncesto no es tanto si un jugador hace perfecto un movimiento o algo tan técnico si no lo que percibes es el carisma, la intensidad del jugador… y en eso sí que Quique era uno de los mejores.
QV: Pero mira, yo he jugado 16 años y sí realmente he jugado así era porque siempre tuve una mentalidad amateur. Y he jugado en el Real Madrid y he cobrado mucho dinero, pero jamás me creí que era un profesional. Yo no entendía cómo me podían pagar por hacer lo que yo hacía en una cancha. Mis padres me inculcaron que debía seguir estudiando y me decían cuando empecé que si suspendía no podía ir a entrenar por lo que nunca suspendí un examen. Pero a lo que me refiero es que yo siempre he tenido una mentalidad amateur. Iba a los partidos y me divertía y hacía lo que me daba la gana cuando jugaba… pero me divertía. Entonces a lo mejor la proyección que le gente tenía al verme es que me lo estaba pasando bien mientras jugaba. Para mí era un hobbie y me lo he pasado siempre genial jugando. Después mandaba un pase a la grada pero me lo pasaba muy bien.
¿Qué reacciones sobre la canción has tenido tras su propagación por Internet y sobre la figura de Quique?
BV: Pues malas sobre la canción y muy buenas sobre Quique (risas). No, en serio, la verdad que ha habido muy buena acogida sobre todo por recordar a un jugador como Quique que al fin y al cabo era el gran objetivo que perseguía la canción. Por ejemplo en un blog bastante influyente como Bar Deportes tras oir la canción agradecía la música porque le gustaba mucho aunque reconocía que antes de escucharla ya sabía que le iba a gustar al tratar sobre Quique Villalobos.
Y aparte de la canción y del videoclip la relación tuya con el basket no se queda ahí porque el nombre de tu proyecto se llama Lavodrama por el mítico pívot africano que tanto calado tuvo en España.
BV: Es que al final todo vino de la misma conversación de trabajo hablando sobre grandes jugadores de baloncesto de los 80… y de ahí pensamos que Lavodrama sería un nombre fantástico para un grupo de música. Pero es que además creo que Quique y Anicet una vez que coincidieron comentaron está unión tan curiosa alrededor de los dos y nuestra música.
¿Cómo fue esa conversación, Quique?
QV: Pues mira yo represento a Jaime Fernández que es un gran base joven del Estudiantes y un día viéndole en uno de sus partidos en EBA en el Magariños coincidí con Anicet. Él me pregunto si conocía a un tal Benjamin que le había mandado un email contándole que habían formado un grupo con su nombre y tal… Y ya le dije yo que sí y que no se preocupara, que se trataba de buena gente y que los conocía. Anicet se tranquilizó porque al principio me reconoció que se asustó un poco (risas), no fuera a ser que fueran a hacer algo con su nombre de por medio que fuera de mal gusto o algo. A mí también me paso lo mismo al principio ya que pensé que quién se le habría ocurrido la idea y había dedicado el tiempo a escribirme una canción.
BV: Contacté con Anicet y con Quique porque en ningún momento quise hacer nada sin su permiso y cuando ambos me dieron su beneplácito ya seguí adelante con la idea. Anicet tardó mucho en contestarme, me imagino que hasta que habló con Quique, y me dio permiso siempre que fuera para hacer algo con clase y de buen gusto. Ya le dije que no trataba de que fuera nada negativo para su imagen.
Y una vez visto el vídeo, ¿te ha gustado el resultado final?
QV: Sí, aunque me veo muy mayor, con canas, con poco pelo… (risas) pero el videoclip está bien, espero que le guste a le gente porque desde luego se lo han currado.
BV: Sobre todo nuestra ilusión es que como dice él que a la gente le guste y dejar claro que está hecho desde la admiración y el respeto absoluto a Quique Villalobos.