Morbo, mucho morbo en la Caja Mágica. Era el primer partido de la era post-Messina y, casualidad de las casualidades, el Real Madrid se enfrentaba al DKV Joventut de Pepu Hernández, entrenador que ha sido centro de la rumorología en las últimas horas como futurible inquilino del banquillo blanco. Hubo tensión en los prolegómenos del encuentro, con división de opiniones por parte del respetable a la hora de la presentación de los jugadores blancos y del técnico del conjunto verdinegro. Esta tensión aumentó con el abandono de la cancha de los Berserkers al inicio del encuentro (volverían al comienzo del 2º periodo).
Todo lo ocurrido en las últimas horas ha descentrado a la plantilla blanca. De eso no hay duda. Los de Molin salieron nerviosos, superados por la situación en la que están sumidos tras la dimisión de Messina. El DKV Joventut, sin nada que perder y yendo a lo suyo, sacaba tajada y marcaba un 2-11 de parcial en los primeros minutos de puro desconcierto blanco. Will McDonald reinaba en la zona (7 puntos en el arranque del partido), mientras que Ante Tomic lo intentaba, pero fallaba tiro libre tras tiro libre (hasta 4 seguidos).
El Real Madrid, con más ganas que acierto, fue poco a poco entrando en el partido. El talento ofensivo de Tomic y el trabajo en la pintura de Felipe Reyes igualaban el marcador (13-16, min.10) y un triple de Clay Tucker ponía por delante a los de casa por primera vez en el encuentro (25-24, min. 15). No era bueno el espectáculo que se veía en la cancha. DKV Joventut parecía contagiarse del desacierto blanco y antes de llegar al descanso se vivieron unos minutos de desconcierto y caos, que acabaron con un pobre 33-31 con el que se dio por finalizada la primera parte del partido.
Los minutos de descanso parecieron servir para tranquilizar los ánimos en el conjunto blanco. El Real Madrid regresó a la cancha más centrado y dispuesto a borrar la mala imagen ofrecida en la primera parte. Con Pablo Prigioni asfixiando la dirección de la Penya y Sergio Llull anotando desde el exterior, los de casa ponían tierra de por medio (45-33, min. 23). A partir de ese momento, los de Molin quisieron vivir de las rentas ante una conjunto verdinegro que podía venirse abajo. Pero la baby-Penya de Pepu, con un David Jelinek brillando con luz propia, continúo luchando hasta la extenuación. Incluso lograron situarse a 6 puntos de sus rivales al comienzo del último periodo (63-57, min. 34). Pero ahí quedó la cosa. Dos triples de Llull y Suárez abrían un parcial de 15-3 a favor del Real Madrid, que acabaría cerrando una victoria abultada por 78-60. Demasiado castigo para un DKV Joventut con mucha Juventud, pero escasez de experiencia y de recursos.
En definitiva, victoria del Real Madrid que ni siembre ni despeja dudas. Grandes cambios, para que la vida, por el momento, siga igual. Como viene siendo habitual durante la temporada, Ante Tomic (13 puntos y 4 rebotes) y Sergio Llull (13 puntos y 6 asistencias) fueron los hombres que lideraron la ofensiva blanca. ¿Y Novica Velickovic? 0 minutos.
En la Penya destacó el descaro del checo David Jelinek (15 puntos), único jugador verdinegro capaz de anotar en los minutos finales. A subrayar el debut de otro cachorro verdinegro: Marko Todorovic, ala-pívot de 18 años y 2.06 de estatura que ya ha demostrado su gran valía defendiendo la camiseta del CB Prat en Adecco Plata. El montenegrino disputó 9 minutos, en los que recogió 2 rebotes.