El entrenador del San Pablo Burgos Diego Epifanio fue elegido como uno de los nuevos testimonios, hay más de 300, en la 3ª edición ampliada del libro “Historia del Baloncesto en España”. La obra es enciclopédica, más de 700 páginas y 70 fotos, con la originalidad de que cada capítulo, normalmente va de temporada en temporada, es contado por los propios protagonistas. Se puede adquirir sin gastos de envío escribiendo a [email protected] o entrando en la siguiente sección de Solobasket.com donde encontrarás toda la información que necesites sobre el libro.

Diego es uno de los narradores más importante de la temporada 2017-18 en la que el San Pablo Burgos debutó en la Liga Endesa después de pasar un verdadero purgatorio cómo él mismo explica: “La ciudad ha conseguido cuatro ascensos con dos clubes diferentes en las cinco últimas temporadas (anteriores a la etapa ACB). Estuvo el proyecto del C.B. Tizona que tras tres ascensos consecutivos nunca consiguió los trámites necesarios para dar el salto a la liga Endesa y desapareció de escena. Fue entonces cuando apareció el C.B. Miraflores que, tras dos temporadas, consiguió por fin que el ascenso deportivo se pudiera materializar en los despachos en el verano de 2017”.

Luka Doncic (jugador del Real Madrid), Marko Popovic (jugador del Montakit Fuenlabrada), Javier Fesser y David Marqués (director y guionista respectivamente de la película “CAMPEONES”) acompañan con más narraciones y declaraciones a la de Diego para no dejar ningún detalle de lo que ocurrió la temporada pasada. En el bloque femenino es Laia Palau la encargada de darnos todos los detalles de lo más reciente del baloncesto de nuestras chicas. Nina Pont, primera jugadora española en fichar en los Estados Unidos incluso antes que Fernando Martín, o Pilar Marín, entre los testimonios añadidos que nos recuerdan hitos anteriores del baloncesto de las chicas.

De Castilla y León también reunimos la narración de Gustavo Aranzana y aquel Elosúa León, temporada 1991-92, que dirigió con tanto éxito en España y Europa: “aquel equipo verde y amarillo se convirtió en un emblema y estandarte en León. Éramos embajadores y exportadores de cómo se pueden lograr éxitos comunes creando una simbiosis entre toda una ciudad, una fiel afición y todos los componentes de un club. Un club fundado en 1980. Hacía dos temporadas que habíamos subido a ACB por primera vez. Cada día dábamos lo mejor y conseguíamos mucho con pocos recursos. Partimos de casi cero, y logramos cotas enormes tanto en la Liga ACB como en reconocimiento en Europa. Fueron unos años extraordinarios. Gran ética de trabajo, mucha ilusión e imaginación, dinámicas positivas y en la ciudad se creó una ambiente de basket completo. La plantilla era un grupo de amigos, un gran cuadro técnico y, en los despachos, personas muy brillantes. Todos con ganas enormes de trabajar de crecer, mejorar y hacer un buen baloncesto. 

Uno de los jugadores más importantes era Reggie Johnson, un campeón NBA junto al Doctor J en Filadelfia. Era talento puro. Magnífico en el poste bajo y buena mano en el poste alto. Además era un líder. Tenía mucha experiencia, ya en el final de su carrera, pero era una clase diaria para enseñar cómo jugar al basket. Dentro con él, teníamos a Raymond Brown, que era una fuerza de la naturaleza con un físico tremendo. Mejoró mucho durante el año y creció como jugador. Los aleros eran Xavi Fernández y Crespo. De Xavi, qué voy a decir, una figura que fue haciéndose cada día. Mucha calidad. Fue un grandísimo jugador además de un tipo fantástico. Una leyenda en León”. Gustavo también tuvo palabras para destacar la figura del ya desaparecido Lalo García: “en Valladolid, destacaría Lalo García como mejor debutante de la competición. Recuerdo a Lalo cuando empezó en la Salle y luego en el Fórum. Gran tipo. Enormes ganas de trabajar y aprender y un jugador que, aunque limitado, era enormemente competitivo y generoso de corazón. Su esfuerzo diario y constancia en el trabajo le convirtieron en la revelación de esa Liga. […] De su triste final no quiero ni acordarme”.

Precisamente sobre una ciudad que aún perdura el baloncesto de élite masculino, Valladolid, y que atesora un gran recorrido baloncestístico tenemos al actual presidente del Club Baloncesto Ciudad de Valladolid, Mike Hansen. El ex jugador relata la temporada 1994-95 en la que coincidió con una leyenda como Oscar Schmidt: “La gran mayoría de vosotros recordaréis aquella campaña como la del triple de Mike Ansley, aquel lanzamiento que no entró. Los playoff por el título fueron muy intensos, y terminó por jugarse todo en el quinto partido en el Palau, donde el Barcelona se proclamó campeón de Liga, imponiéndose por 73 a 64. En el cuarto partido, jugado en el Ciudad Jardín de Málaga, Mike Ansley, en el último segundo, se jugó un triple frontal y falló. De haberlo metido, habría dado el título y llevado la gloria a Málaga. Dos décadas después, sigo pensando que hizo lo correcto y admiro su valentía. A veces entra y a veces no, pero estos son los momentos que hacen grande a nuestro deporte. Mi relato personal de esta campaña gira alrededor de uno que las metía casi siempre. Ya en el primer mes, descubrí la capacidad de trabajo de Oscar Schmidt (tiene el récord de promedio de triples por partido de la ACB con 4.7). Era increíble: trabajo, trabajo y más trabajo. Cada día, antes y después de cada entreno, solo se oía ese característico bote del balón y el Sting Music de cómo entraba limpio por el aro en el Polideportivo Pisuerga.

Muchos son los que han hecho posible esta obra colectiva, de los jugadores nombrados, a los pioneros Marcel·lí Maneja, Eduardo Kucharski, Encarna Hernández (La niña del gancho) a los Corbalán, Epi, Villacampa, Arcega, Aíto, Valdemoro o los actuales Ricky, Rudy, Alba Torrens, Pablo Laso, Scariolo, Gasol o Pedro Martínez.