Cuando acabó el partido todo el mundo estaba inmerso en profundas emociones. Evidentemente las de unos con gusto a derrota, la de otros con regusto a victoria, pero todos sentimos algo fuerte. El resultado acabó con un 97-95 para DKV Joventut pero mostrando sólo los dígitos dejaríamos de saborear casi todo el pastel. Increíble de nuevo lo de Clay Tucker, el escolta verdinegro anotó 38 tantos de una forma insultante para ganar, prácticamente, el partido.

Tremendo espectáculo

Laso reconoció que fue uno de los partidos más espectaculares que había visto. A priori todos esperábamos un choque atractivo y desenfadado pero no hasta estos niveles. El duelo Tucker-Barbour prometía. En la primera parte el segundo le ganó la partida, incluso le llegó a taponar en un lanzamiento triple. El jugador del Lagun Aro estuvo muy bien secundado por un desequilibrante Panko y la consistencia de Miralles. Por los verdinegros, excelente el trabajo de Mario Fernández delante y atrás. El ecuador del partido se fijaba en un ajustado 49-47.

El tercer cuarto fue de los vascos a pesar de que Pere Tomás consiguió secar a Panko. Hopkins tomó el relevo anotando 7 puntos casi consecutivos. Barbour, menos ansioso, se convirtió en un jugador total anotando canastas imposibles (16 tantos hasta este periodo) y creando para su equipo. En los verdinegros, sin Tucker con 3 faltas, cargaron el juego con Antonio Bueno pero fue insuficiente hasta que volvió a saltar a la pista el escolta que administra Sito Alonso. 

Tucker muestra que podría ser la referencia anotadora de muchos equipos NBA

El último cuarto tuvo un protagonista principal: Tucker. “Parecía que tenía un radar era imposible que viera el aro” lamentaba Pablo Laso en la rueda de prensa refiriéndose a la puntería del norteamericano. 3 triples, dos de ellos ‘in extremis’ con un defensor encima, encaraba el partido para los de Badalona. El final se ajustó con la 5 falta de Pere Tomás, Panko volvió a hacer lo que quiso, y Tucker pero el ímpetu de Mario Fernández y Valters, el tiro de Bogdanovic y las buenas acciones de Norel fueron la suma justa para dejar la victoria en el Olimpic. Un robo de Fernández y un tapón a Sergio Sánchez, gran dirección del partido, sellaron el 97-95 final ante el júbilo de un público que nunca debería olvidar un partido así. Yo esta cinta (DVD) la guardaría en casa para verla años más tarde. Sé que no es el ejemplo perfecto para los técnicos, pues se explotaron las propias virtudes en lugar de menguar las del contrario pero TREMENDO el espectáculo, sin duda un de los partidos con más esencia de baloncesto que he visto en mi vida.