El Real Madrid afronta un verano de decisiones importantes. Más allá de lo que ocurra en la final de la Liga ACB frente al Valencia Basket, hay dos jugadores cuya continuidad en la plantilla parece tener los días contados. Uno de ellos saldrá casi con total seguridad, mientras que el otro depende en gran parte del desenlace del título.

Ambos nombres representan perfiles opuestos: uno es un talento ofensivo en declive dentro del proyecto, el otro un refuerzo que no ha terminado de cuajar en la rotación. Sea cual sea el resultado final, la dirección técnica del equipo blanco ya trabaja en los posibles movimientos para dar forma al nuevo proyecto 2025-26.

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El bosnio termina contrato el 30 de junio y, según medios serbios y españoles, ya tendría prácticamente cerrado un contrato con el Dubai Basketball Club por tres años y una cifra cercana a los 10 millones de euros. El Real Madrid no ha movido ficha para renovarlo y, pese a su talento, su irregularidad en los momentos clave ha pesado. Su salida parece segura independientemente del resultado de la final.

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El canadiense llegó como refuerzo temporal, pero sus números no han convencido. Con un promedio de 4,7 puntos por partido y poco protagonismo en minutos importantes, su continuidad depende de lo que ocurra en esta final. La dirección técnica del equipo blanco valora liberar su plaza de extracomunitario, pensando ya en nombres como Théo Maledon o Alec Peters, además de dar sitio a jóvenes como Hugo González. Si el Real Madrid pierde, su salida sería inmediata. En caso de victoria, aún podría mantenerse como fondo de armario, aunque sin garantías.