La ACB dio la bienvenida a Burgos y Gipuzkoa y se despidió del Real Betis Energía Plus, el histórico CB Sevilla, tras evitar la votación que habría puesto fin al debate sobre una liga de 16 equipos. Finalmente se quedó con 17, con vistas a una nueva reducción a medio plazo, y se impuso la voluntad de los clubes de Euroliga. Esta plaza 'extra' se había convertido en la última bala del club sevillano, tras presionar al presidente de la competición con una carta en la que le pedía que acatara el mandato de la propia asamblea ACB frente a la Federación Española de Baloncesto y el Consejo Superior de Deportes, y falló. La salvación "en la prórroga" que Fernando Moral, presidente ejecutivo del Real Betis Energía Plus, se había propuesto lograr tras terminar la fase regular en puesto de descenso, se perdió. El Betis, tras ver año tras año cómo los equipos que terminaban en puestos de descenso se mantenían en ACB, cayó a la categoría que le correspondía deportivamente: la LEB Oro.
La pregunta es clara: ¿ahora qué? Desde el club han señalado el "radical cambio de las condiciones de inscripción" y las "sucesivas modificaciones en los plazos de aprobación", así como su intención de acudir a los tribunales, aunque todo hace pensar que con la intención de reclamar compensaciones por los posibles daños y perjuicios que podría haberle acarreado una deriva de los acontecimientos que poco tiene que ver con las primeras intenciones de la ACB y sus propios estatutos, y por tanto considera injusta.
Además, ha llegado la primera medida con el club pensando ya en LEB Oro: la destitución de Berni Rodríguez como director deportivo. El ex jugador, bien conocido dentro del baloncesto español, ha sido claro responsable del fracaso deportivo, y si bien el futuro inmediato del club es más bien difícil de dilucidar, cabía esperar su salida. Llegó al puesto tras hacerse el Real Betis con el club de baloncesto. Había pasado el verano en Sevilla, muy pendiente de los acontecimientos, y decidido a colgar las botas. Para darle la bienvenida a la directiva se alegó entonces una colaboración desconocida en la confección de la plantilla de la temporada 2015-16, y en sus manos, aunque con la más que obvia intermediación de Zan Tabak, quedó el equipo de la 16-17.
A Berni se le imputa precisamente la principal clave del fracaso: la tardía reacción por parte de la dirección deportiva a la hora de cortar a Tabak. Un entrenador que había perdido mucho crédito y manejó importantes rachas de derrotas, pero siguió al frente semana tras semana, y para cuando fue destituido y llegó Alejandro Martínez fue tarde. Finalizada la fase regular, en rueda de prensa y tras anunciar su clara intención de seguir en el cargo -aunque para entonces no estaba tan claro que el Betis fuera a descender efectivamente-, se le preguntó si no creía haber reaccionado tarde y lo negó. El suyo tendrá que ser el primer cargo en otorgar para la construcción de un nuevo proyecto, y desde hace semanas suena un nombre bien conocido en Sevilla y toda la ACB: Javier Imbroda. Por ahora hay conversaciones, pero nada firmado.