Poniendo por delante lo convulso de los últimos veranos en Sevilla, éste merece ya un capítulo a parte. En pleno diseño exprés de su plantilla, rediseñando lo que había sido originalmente una nave para surcar la LEB Oro y ahora encarando la categoría ACB, el Real Betis Energía Plus ha anunciado el corte inmediato de uno de sus últimos fichajes.
Se trata de Taylor Brown (28 años, 2.00), ala-pívot estadounidense procedente del Lietuvos Rytas. El jugador, según ha comunicado el club, se había sometido en las últimas horas a los reconocimientos médicos habituales antes de entrar en pretemporada. Una vez examinado, el informe ha desancosejado su contratación, por lo que se ha procedido a cancelar el contrato.
Lo cierto es que su fichaje ya había sido bastante llamativo atendiendo a su historial. La pasada campaña, en mayo, su entrenador lo había incluido en el grupo de estadounidenses que, jugando su equipo en Playoff, habían "violado la disciplina" del equipo según Rimas Kurtinaitis yéndose de bares "hasta altas horas de la madrugada". Poco después, protagonizaba otro curioso incidente, cuando -según explicó- su perro se comió su pasaporte, retrasando su salida de Lituania. El más grave lo protagonizó mucho antes en Suecia, cuando se vio suspendido media temporada por negarse a pasar una prueba antidrogas.
Motivos más que suficientes para dudar de su aportación al vestuario. Poco después de aterrizar en nuestro país, dejaba ver en las stories de su Instagram evidencias de que se había lanzado a conocer la noche sevillana. Lo cierto es que, con todo esto sobre la mesa, su estado de forma no era el más indicado para competir en la Liga Endesa.