El CAI de Abós frente al fantasma del tercer cuarto; ¿mito o realidad? Repaso histórico a la estadística del club

Un fantasma recorre el Príncipe Felipe, como un escalofrío que se adueña de la afición del CAI Zaragoza, el partido está en el descanso a la espera del tercer cuarto, el maldito, el periodo que ha de definir el sino del encuentro y que se le atraganta a los aragoneses ¿o no?

Casi como si de una leyenda urbana se tratase, en el imaginario colectivo de los aficionados rojillos hay una máxima casi irrefutable: esperar a que pase el tercer cuarto, que siempre es malo. 

Y lo es prácticamente desde la fundación del club, allá por 2002. Precisamente desde entonces y a golpe de estadística, vamos intentar de apoyar o refutar el mito. 

* Entre paréntesis, balance en liga regular y clasificación. La estadística añade también partidos de Playout, Playoff, Copa Príncipe y Supercopa ACB.

Como se puede comprobar a través de las estadísticas, hasta la llegada de José Luis Abós en el banquillo, los terceros cuartos no son factor decisivo en el balance de victorias y derrotas del equipo. Cierto es, por otra parte, que en algunos momentos, como la comprometida temporada 2004/05, los registros tanto de victorias-derrotas como el average es notablemente peor durante el tercer cuarto que en el resto. 

Caso contrario sucede con la llegada de Curro Segura al banquillo del CAI, en enero de 2007, momento a partir del cual, los números del equipo mejoran notablemente en los terceros cuartos. Esto sucede tanto en la recta final de la 2006/07, como especialmente en la 2007/08, la del primer ascenso a ACB, como incluso en la 2008/09, en la que, pese a ser destituido y descender, los registros del equipo en la reanudación son mejores a los que se producen a partido completo. Apuntar además, que diez de las 18 derrotas que recibe el conjunto maño en los terceros cuartos durante su primera experiencia en ACB, se producen con Alberto Angulo en el banquillo. 

Analicemos ahora los números del equipo con José Luis Abós. 

El caso particular de Abós

 "El tercer cuarto ha roto el partido" (tras el partido de Supercopa ante el Real Madrid), "Pese a todas las buenas palabras, nuestra salida ha sido lamentable" (tras la derrota ante BRV). Son dos ejemplos recientes de los problemas que sufre el CAI de Abós en el comienzo de las segundas partes, pese a un ascenso y al notable rendimiento del equipo en Liga Endesa, los terceros cuartos, han sido uno de los puntos débiles del equipo rojillo. 

Como se puede comprobar, los registros del CAI dirigido por Abós se reducen ligeramente en el tercer cuarto respecto al rendimiento general del equipo durante el resto del partido, algo que curiosamente se ha agudizado esta temporada 2012-13, la mejor hasta el momento del club y en la que cabe recordar que se ha logrado la clasificación para la Copa del Rey.

Es precisamente por esta curiosidad que profundizaremos un poco más en los datos producidos durante la presente temporada, dividiendo el tercer cuarto en dos tramos, entre los minutos 0-5 y entre los minutos 5-10. Estos son los resultados: 

Se puede ver pues, como el momento de auténtica incidencia negativa es el estrictamente posterior a la salida de vestuarios, durante los cinco primeros minutos de la reanudación, el equipo sufre un cortocircuito que en numerosas ocasiones provoca diferencias importantes, que pueden o bien romper el partido o recuperar diferencias, como sucediera en los dos últimos partidos, ante Fuenlabrada (4-14) y Blancos de Rueda Valladolid (3-9).

Para finalizar y una vez visto el descenso del rendimiento del equipo durante los terceros cuartos, veremos cual es la incidencia real de este fenómeno sobre el resultados de los partidos. Es decir, analizaremos la cantidad de partidos ganados y partidos en función al resultado obtenido en el tercer cuarto.

 Vemos como el resultado del tercer cuarto se repite con asiduidad en el marcador final, hasta en un 63,3% de las ocasiones, con mayor incidencia en las victorias que en las derrotas. Y es curioso comprobar como en caso de empate, el partido cae casi siempre del lado del CAI.

Vistos los números, podemos decir que no existe pues maldición alguna, mas es cierto que la influencia del entrenador durante los descansos puede ser esencial en el rendimiento del equipo tras el paso por vestuario. Con Segura, el equipo mostraba su mejor cara en el tercer tiempo, pero sin embargo no encontró la regularidad necesaria para mantenerse en ACB. Con Abós, en cambio, el equipo sale frío del vestuario, pero en cambio ha logrado la solidez necesaria ya no sólo para mantener la categoría sino además, para aspirar a nuevas aspiraciones, como el objetivo ya logrado de la Copa del Rey.

A buen seguro, los seguidores caístas se sentirán bien compensados si perdiendo el tercer cuarto, se siguen logrando objetivos. El próximo, ¿playoff?