Mis 37 años en esta bendita profesión periodística, además de otros 10 anteriores como exjugador de los filiales del Canarias y como directivo del Juventud Laguna, me han permitido haber vivido la totalidad de los encuentros que el poderoso Real Madrid ha disputado en Tenerife.

El Real Madrid jamás ha perdido en sus visitas a Tenerife. Ni ante el Náutico, en la avenida de Anaga, ni frente al Canarias, en el Luther King y en el Ríos Tejera, tampoco en el Palacio de los Deportes, frente al Número Uno, como tampoco en sus dos partidos oficiales que jugó en el Santiago Martín con el Unelco Tenerife como representativo en la ACB, un primer año con Paco García en el banquillo y en el segundo con Iván Déniz. "Estuvimos a punto de ganarles, pero a menos de un minuto Sitapha Savané perdió un balón que pudo haber cambiado la historia de las visitas a Tenerife del Real Madrid", me dijo desde México el entrenador tinerfeño..

Sin embargo sí que en una ocasión, concretamente en la temporada 87/88, el equipo dirigido por Lolo Sainz estuvo a punto de perder. Fue el sábado 17 de octubre del 87 –hoy, miércoles, hizo 25 años de aquel memorable partido–, cuando los "merengues" sintieron la presión de la afición canarista "y el incesante sonido del tambor de la peña San Benito, que nos obligaba a tomar una aspirina, porque no paraba", llegó a reconocer López Iturriaga el pasado domingo.

Aquel Real Madrid, compuesto por Del Corral, Romay, Biriukov, Branson, Corbalán, Alexis y Antonio Martín –sólo alineó a siete jugadores– ganó por solo 4 puntos (79-83), pero fue siempre a remolque del CajaCanarias de Hernández Rizo, con el marcador señalando un 70-56 (+14) a 9 minutos del final. A pesar de la sensacional dirección de Salva Díez –Carmelo Cabrera apenas intervino un minuto– y de los 30 puntos de Eddie Phillips, los USA Brad Branson y Wendell Alexis, con 21 y 24 tantos, respectivamente, le dieron la vuelta al "score" para firmar un 9-27 en aquellos eternos 9 minutos finales. Dirigieron el apasionante partido Miguel Betancor y Amorós.

El CajaCanarias contó en esa ocasión con Salva Díez, Carmelo Cabrera, Germán González, Manolo de las Casas, Matías Marrero, Mike Harper y Eddie Phillips. Esa temporada 87/88 también jugaron en el CajaCanarias el palmero Óscar Peña y los jóvenes tinerfeños Pedro Pérez y Santi García, entrando en la segunda vuelta Ken Perry y Ricky Winslow, sustitutos de Phillips y Harper.

<f>"El Madrid sudó tinta para superar al CajaCanarias" fue el titular en EL DÍA, mientras que el diario deportivo catalán El Mundo Deportivo lo hizo con esta frase: "79-83: El Real Madrid, in extremis". "Aquél fue uno de los partidos memorables del Canarias, como también uno que disputamos en su cancha y que acabó en una tangana", recordó desde Barcelona el exterior Germán González, autor de 13 tantos en los 40 minutos que permaneció en pista. Un dato más, el club se vio obligado a poner sillas en los fondos, con más de 3.000 aficionados.

El domingo ambos equipos, 21 años después, el Canarias descendió en la 90/91, se volverán a ver las caras. Vendrán agotados con un largo viaje desde Rusia. ¿Se imaginan que la historia cambie y vivamos los tinerfeños la primera derrota merengue en la Isla del padre Teide?…