TVE no trata bien al baloncesto. Es la conclusión que se puede obtener tras medir la opinión de la gente en las redes sociales. Twitter es un hervidero de críticas hacia la televisión pública. Y es cierto que al aficionado al baloncesto no le faltan motivos para sentir que maltratan este deporte cada vez que se realiza un corte nada más terminar el partido o la previa se queda en repaso a las plantillas de ambos equipos en un paripé de menos de cinco minutos de duración, los horarios, malos, o el constante cambio de emisión entre la cadena principal de la entidad y Teledeporte.
Hace tres años la ACB acordó ceder gratis los derechos de la liga a cambio de la promesa verbal, nada firmado, de que La 1 fuera el espacio donde se emitieran los partidos de liga. TVE tan solo daba a cambio un lugar privilegiado donde anunciarse a sus patrocinadores y 500.000 euros en concepto de pago por los derechos de la Copa del Rey. Como contrapartida se renunció a una propuesta de dos millones de euros por parte de La Sexta, que había conseguido datos de audiencia positivos en sus retransmisiones de partidos de la selección española. La justificación de la ACB fue que consideraban necesario alcanzar una repercusión audiencia mayor a través de la audiencia de La 1. Tres temporadas después del acuerdo con TVE muchos internautas no dudan de calificar esta alianza como un fracaso.
Las últimas finales entre Real Madrid y Barcelona han puesto de manifiesto, más si cabe, la crisis de las audiencias en televisión. El primer partido lo vieron, datos de TV3 incluidos 800.000 personas, 865.000 el segundo y el tercero fue el que mejores datos obtuvo con 1.210.000 espectadores. El año pasado las cifras también fueron cuanto menos discretas con 1.105.275 seguidores de media en total entre los cuatro partidos. Estos datos contrastan con los datos de la temporada 2012/2013 en la que con los datos de TV3 incluidos la media de espectadores fue de 1.982.260 con una audiencia de 3.346.500 en el quinto choque, la más alta de los últimos 19 años para un encuentro de ACB. Las audiencias de la liga regular no son mucho más esperanzadoras y este es un punto que preocupa profundamente a los clubs.
Llegados a este punto en más de una ocasión se ha llegado a cuestionar si es el baloncesto, como producto, el que ha perdido la batalla frente al deporte rey o ante otros deportes al alza como el tenis. Sin embargo, puestos a mirar datos de audiencia y de impacto en redes sociales en España de otras competiciones diferentes a la ACB las cifras mejoran considerablemente. Durante el Mundial de España el partido de la selección frente a Francia reunió a 4.572.000 personas frente al televisor, frente a Egipto 1.743.000 espectadores estuvieron pendientes del encuentro. En un encuentro en el que no se contó con el tirón de la selección de USA ni el de la selección española 867.000 personas se reunieron frente al televisor para ver el Francia -Serbia. ¿Se moverá la ACB en busca de cambiar esta crisis o continuarán otra temporada más permitiendo este trato por parte de la televisión pública?