Tercer triunfo en la Liga Endesa de un Real Madrid que mostró una gran cara en el inicio y vivió de los réditos y su superioridad en la pintura el resto del choque ante un Obradoiro que dejó una buena imagen en su paso por la capital.

Mostrando todas las virtudes de su enorme caudal ofensivo, el arranque del Real Madrid fue casi inmejorable. Rudy dejó un triple “marca de la casa” pese a la incisiva defensa de Ere para empezar, y luego tomaba el relevo un muy acertado Sergio Rodríguez que dividía la defensa rival con facilidad y tan pronto dejaba un balón por encima de los defensores para Begic que abría para el tiro lateral de Suárez o el lanzamiento en la esquina de Mirotic. Con 5 triples acertados en 5 intentos en poco más de 5 minutos de partido, Moncho Fernández se veía obligado a pedir tiempo muerto para detener la sangría del Real Madrid (21-9), donde la estrella era un Mirotic que terminó el primer cuarto con 11 puntos. La pausa lograba el efecto deseado y el ataque local perdía parte de la fluidez inicial, ahora con más problemas ante un rival más intenso tanto en ataque como en defensa.

La clara inferioridad en centímetros de los hombres altos gallegos intentaba ser compensada en el apartado ofensivo con Kendall primero y Junyent después sacando a un interior rival a la línea de 3, tanto buscando el tiro como la penetración o la creación de espacios para un Washington muy acertado y que realizó algunas de las jugadas más espectaculares del partido en sendos mates. De esta forma, el Blu:Sens Monbus lograba reducir las distancias y un triple de Andrés Rodríguez dejaba la diferencia en sólo 6 puntos (25-19) al acabar el cuarto inicial.

Otro tiro exterior de Nguema valía para que la distancia fuese únicamente de 4 en el inicio del segundo, mientras los buenos minutos de Carroll sustentaban la anotación madridista, aunque sin lograr ampliar en exceso la ventaja al no lograr materializar Tomic las ventajas que tenía en la zona, donde los visitantes intentaban detener con movilidad y cambios defensivos su inferioridad, algo de lo que sacaba provecho el siempre intenso Felipe Reyes. El retorno de Begic volvía a devolver una diferencia superior a los 10 puntos, con un total dominio del rebote por parte del Real Madrid, llegando incluso a lograr más rebotes que el Obradoiro en la zona gallega durante el primer tiempo mientras un triple de Corbacho dejaba el marcador en 44-34 al intermedio, compensando los visitantes con mucho acierto en situaciones sobre la bocina de posesión su notable inferioridad en la pintura, con un Lasme desacertado y claramente superado.

Tras el descanso continuó la misma tónica del segundo cuarto en ambos equipos, ya desaparecida la fluidez ofensiva inicial y con ataque mucho más espesos mientras la diferencia rondaba la decena de puntos, fruto de que el rebote estaría equilibrado durante estos minutos. Lasme y Ere protagonizaban los puntos por los visitantes al tiempo que aparecía la figura de un Rudy Fernández muy gris en el primer tiempo que nos dejó un triple espectacular tras una falta de Washington y todo quedaba en el aire para la disputa del periodo final, con 61-50 en el marcador.

Tras unos minutos de tanteo, los puntos de la línea exterior blanca (Llull, Rudy y Carroll) junto a los problemas de anotación del Obradoiro rompieron definitivamente el choque, con una máxima ventaja que llegó a ser de 16 puntos en la parte final del choque tras una nueva canasta de Mirotic y con el Real Madrid haciendo valer la diferencia de calidad entre ambos conjuntos para el 81-67 final.

Lo mejor y lo peor

Lo mejor: El dominio de Begic en la zona, la facilidad en la dirección durante los primeros minutos -sin continuidad posterior- de Sergio, la intensidad y acierto de Felipe Reyes, la enorme facilidad para anotar de Mirotic y los buenos minutos de Rudy y Llull en la parte final del choque fueron lo más destacado por parte local. En el Obradoiro, el primer tiempo de Washington, el acierto en tiros sobre el límite de posesión, la anotación de Kendall y un juego con las ideas muy claras, más de lo habitual en los arranques de temporada.

Lo peor: Discretos minutos de Tomic y Pocius por parte blanca, junto a un primer tiempo de Rudy muy alejado del brillo al que nos estaba acostumbrando. En los visitantes, la falta de anotación de Palacio y Lasme -éste “maquilló” en parte sus números en los minutos finales- y algo más de apoyo en la anotación también en los suplentes.