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El Unicaja es un equipo capaz de jugar a un grandísimo nivel, pero le falta mantener éste nivel durante 40 minutos. Hoy, en Fuenlabrada, los andaluces han salido como una moto y han destrozado a los locales en los primeros 6 minutos. Un parcial de 6-20 desde el inicio con una efectividad casi absoluta en el tiro de tres hacía que pintaran bastos para el Fuenla.

Sin embargo, el Fuenlabrada ha conseguido reponerse. Casimiro ha iniciado un sistema de defensas alternativas (“Creo que los hemos confundido bastante“, dijo el técnico) y Unicaja se ha venido abajo. El sistema de Unicaja, enfocado al pívot referente, se ha visto desactivado. “Hemos cometido el gravísimo pecado de no buscar a Santiago en la zona“, dijo Scariolo, mientras que Wideman se hacía importante en la zona (14+9, Santiago debía ser su “punto de desgaste“) y Guardia contagiaba su lucha al resto del equipo.

El 21-8 del segundo cuarto ha sido un obstáculo imposible de salvar por el Unicaja, y al final los expertos jugadores de Luis Casimiro se han hecho con una victoria (76-70) que los sitúa quintos en la clasificación y hace posible mirar la Copa del Rey como objetivo alcanzable.

Algo no funciona en este Unicaja, aunque para su entrenador “la conclusión no es que el equipo no sea mentalmente fuerte. Pero asumió que “la clave de todo es la ansiedad con la que estamos jugando, la precipitación y el desmedido deseo de arreglar la desventaja en poco tiempo“.

Para arreglar la situación, el club verde está investigando en el mercado para incorporar nuevos jugadores que les ayuden a mantener el nivel mostrado en el principio del partido durante mucho más tiempo, pero las opciones ofensivas deben redistribuirse: tirar tantos triples no tiene que ser nuestra forma de jugar.

Por otra parte, el Alta Gestión se ha aprovechado para conseguir una bonita victoria en la que muchos jugadores han puesto su granito de arena. Miso, con 17 puntos, se llevará un buen recuerdo de su partido número 150 en la ACB. “Probablemente ha sido el mejor del choque“, dijo Scariolo, mientras que Paraíso, jugando de tres, ha representado el contrapunto del juego de Unicaja -que juega con Santiago en el centro y cuatro abiertos- suponiendo una ayuda extra para los interiores locales y añadiendo 6 rebotes.

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