Hace ya 12 años del mayor éxito en la historia del Unicaja de Málaga, y del baloncesto andaluz por extensión. Como describimos con detalle en nuestro serial veraniego, el equipo costasoleño, entrenado por el actual seleccionador español, Sergio Scariolo, y liderado por el hoy presidente de la Federación Española, Jorge Garbajosa, levantó entonces su primera Liga ACB, tras arrasar por 3-0 al Baskonia en la Final. Aquel Unicaja contaba con una de las mejores plantillas del continente, con superestrellas europeas de la época como Garbajosa o Marcus Brown, futuros campeones del mundo como Berni, Cabezas o el propio Garbajosa, campeones olímpicos argentinos como Pepe Sánchez y Herrmann… Tiempos que ya se ven lejanos, que se han visto sucedidos en los últimos años por temporadas con más sombras que luces, incluyendo ausencias en Copas del Rey y playoffs, y unos resultados, por lo general, por debajo de las expectativas.

Pero con la llegada de Luis Casimiro al banquillo del Martín Carpena, se está viendo un baloncesto que no se recuerda desde aquellos mágicos tiempos con Scariolo. No es el manchego un entrenador de un perfil muy alto, si lo comparamos sobre todo con algunos de sus predecesores en el cargo (Joan Plaza, Jasmin Repesa, Aíto García Reneses…), pero lo cierto es que su trabajo hasta ahora está siendo de sobresaliente alto. De momento el Unicaja es cuarto en la ACB con 7 victorias y 2 derrotas, a solo una del liderato, mientras que en Eurocup lidera el grupo con 7 triunfos y un solo tropiezo, habiendo confirmado ya su clasificación para el Top 16. Las sensibles bajas con respecto a la pasada temporada (Nedovic, Brooks o Augustine como nombres más destacados) parecen haber sido totalmente olvidadas, y es que sus relevos (Jaime Fernández, Wiltjer y Lessort, respectivamente) están a un nivel tan alto que ni el más optimista pudiera haber imaginado. Y no solo ellos.

Casimiro maneja una completa plantilla en la que saca el máximo rendimiento de cada uno de sus jugadores. Y es que el fondo de armario, la profundidad de banquillo es una de las claves que le permite al Unicaja mantener un vertiginoso ritmo de juego en cada partido, moviéndose siempre entre los 90 ó 100 puntos, con picos como los 105 puntos anotados en el partido jugado en Turín, o los 113 del pasado miércoles al Mornar Bar, que marcan de momento el récord del equipo en esta temporada.

Los números son claros: el Unicaja es el cuarto mejor ataque de la ACB, con 88,4 puntos, y el segundo mejor de la Eurocup con 92, a apenas 3 décimas del Alba Berlín de Aíto. Una mejoría clarísima con respecto al año pasado: con Joan Plaza, los malagueños fueron el noveno ataque de la competición (algo menos de 82 puntos por partido), mientras que en Euroliga fueron el noveno con algo menos de 80, si bien se trataba de una competición mucho más exigente que la Eurocup.

Entre las razones de esta mejoría, que nos puede llevar a considerar al Unicaja como un serio aspirante a todos los títulos, se puede destacar el ilimitado arsenal ofensivo del que dispone Luis Casimiro, con jugadores que están sacando a relucir un potencial anotador bastante mayor que el que se les presumía, y que además son capaces de producir muchísimo en poco tiempo. Es el caso, por ejemplo, de Jaime Fernández. Si bien apuntábamos que el madrileño llegaba como el sustituto de Nemanja Nedovic, y el mayor encargado de aportar los puntos y asistencias del serbio, lo cierto es que nadie esperaba que un jugador como Jaime, que hace apenas dos temporadas ocupaba un rol de banquillo en el Estudiantes, fuera a estas alturas el jugador con más valoración de la ACB (19,9), así como el cuarto máximo anotador (14,7) y tercer asistente (5,7). En Eurocup sus números son algo inferiores pero también muy buenos (12,3 puntos, 5,6 asistencias y 15,1 de valoración). La capacidad de Jaime de generar juego tanto para sus compañeros (espectacular su conexión con Shermadini) como para él mismo, y su talento para dominar un partido tanto desde la línea de 3 (8/11 triples ante Fuenlabrada) como desde la media distancia y la penetración (24 puntos ante el Breogán sin lanzar un solo triple, y con 8/15 en tiros de 2), hacen de él seguramente el mejor jugador de la competición en su puesto.

Pero por supuesto no es el único jugador rindiendo por encima de lo esperado. Otro de los recién llegados, Kyle Wiltjer, está sorprendiendo a propios y extraños con su versatilidad y combinación de buenos movimientos de pie en la pintura con una muñeca letal desde la línea de 3. Además, está mostrando una enorme productividad en la pista, con promedios de casi 12 puntos en 18 minutos de juego en ACB (12 en 22 en Eurocup). La mejor muestra de su juego fue su exhibición en Manresa, ciudad en la que anotó 24 puntos, 17 de ellos casi seguidos en el tercer cuarto, en sólo 20 minutos de juego.

 Otro gran ejemplo de productividad lo encontramos en la pareja de pívots, Gio Shermadini y Mathias Lessort, si bien estos jugadores están brillando especialmente en la competición europea, en la que los adversarios son menos exigentes que en el torneo doméstico. En cualquier caso, el georgiano y el francés conforman un tándem interior de primer nivel, que le garantiza a Luis Casimiro contar en todo momento en pista con un center fiable en ambos aros. El caso de Shermadini en la Eurocup roza la excelencia: 15 puntos y 19 de valoración media, ¡en 18 minutos! Más de un punto de valoración por minuto para un Gio al que la Eurocup se le queda muy, muy pequeña. Su compañero Lessort, por su parte, no tiene problemas para imponer su fortaleza física en ambos aros en el torneo continental, promediando 10 puntos y 14 de valoración en 20 minutos de juego. En la Liga Endesa la aportación de ambos jugadores es algo menor, pero suficiente para ser considerados como una de las mejores parejas de pívots del torneo, si no la mejor.

La profundidad de banquillo del Unicaja también se observa en la posición de alero, en la que tres jugadores se reparten los minutos: Waczynski, Dani Díez y Milosavljevic. Y sin duda esta es una de las claves que pueden llevar a los de Málaga muy lejos esta temporada. Únicamente podrían ponerse dos peros hasta ahora: la situación de Viny Okouo, sin minutos y ocupando una ficha que podría ser para un interior más experimentado, por si Shermadini o Lessort sufrieran alguna lesión; y el puesto de base, ya que con la baja de Alberto Díaz en las últimas semanas, han sido Brian Roberts y Jaime Fernández los que han llevado la batuta de la dirección (incluso Milosavljevic ha subido a ratos el balón), siendo Jaime más un escolta que un base, y Brian no consiguiendo llegar al nivel, especialmente en defensa, que aporta Alberto. Esa duodécima ficha de Okouo podría ser empleada, si no en otro quinto interior, en un base que pueda ayudar a Brian Roberts y Alberto Díaz en la dirección, sin tener que obligar a Jaime a bajar al puesto de 1.

En resumen, si el Unicaja continúa con este nivel de juego, con tantos jugadores implicados en ataque y en defensa, capaces de llevar al equipo a tanteos cercanos o superiores a la centena de puntos con frecuencia, no solo estamos ante el máximo favorito a la Eurocup, sino que el Real Madrid tiene un serio rival en su lucha por revalidar el título de Liga Endesa. Puede que sea un poco pronto eso sí, porque el Unicaja ya ha sumado algún tropiezo ante equipos inferiores sobre el papel (como en Burgos o en Vilnius), pero deben servir para recordar que la temporada es muy larga y no se van a ganar todos los partidos. Aquí les contaremos las evoluciones de la tropa de Casimiro.