La luz parecía verse tras el túnel oscuro en Bilbao Basket. Tras meses de incertidumbre en torno al futuro de un proyecto ambicioso cuya mala gestión económica había llevado al borde del abismo, el acuerdo entre Gorka Arrinda y un grupo de negociadores para la puesta a disposición de la comunidad de gran parte de las acciones del propio Arrinda y la aparición de un patrocinador de la magnitud de IMQ había devuelto el optimismo por el futuro del basket profesional en Bizkaia. Pero ha durado muy poco la alegría en el entorno de los MIB.
IMQ salió al paso de las noticias publicadas en prensa de forma casi inmediata para aclarar que el acuerdo de patrocinio no se había cerrado. Parecía cosa de días, pero las dudas volvían a surgir. Unas dudas que se vieron confirmadas cuando el Igualatorio Médico expresaba que rompían definitivamente las negociaciones al considerar que, datos de las auditorias solicitadas en mano, que "el proyecto no tenía viabilidad económica".
Un enorme jarro de agua fría que cogía absolutamente a todo el mundo con el paso cambiado. Una noticia inesperada con un mensaje subliminal muy claro: el cambio en Bilbao Basket debe ser total y el tejido empresarial de Bizkaia no apostará por este club mientras Gorka Arrinda siga en él de una manera o de otra. Un mensaje que implícitamente se trasladó al máximo accionista de Bilbao Basket desde la marcha de Gescrap y que se parcheó con la huída adelante que supuso la fallida apuesta de Uxue, un clavo ardiendo que le hizo ganar tiempo, pero poco más.
Una nueva vuelta de tuerca, la definitiva, de efectos desconocidos pero que de momento ha hecho colmar el vaso de la paciencia de la plantilla de Bilbao Basket, que ha comparecido al completo en la sala de prensa de Miribilla para manifestar su hartazgo en uno ambiente de alta tensión y con el socio de Gorka Arrinda, Jose Cobelo, como testigo de excepción.
Tal y como ha dejado claro el capitán del equipo Alex Mumbrú: "Por respeto a la afición vamos a jugar mañana. Nos vamos a dejar la piel en la pista. Pero a partir del lunes vamos a dar comienzo a una huelga. El músculo de Miribilla es lo que nos ha mantenido hasta ahora".
En sus intervenciones, tanto Mumbrú como Raül López, Hervelle, Germán Gabriel y Axel Hervelle han recalcado no estar contra los nuevos gestores, pero sí estar hartos de la desinformación, falsas promesas, que les han hecho sentir manipulados. "A veces nos enteramos de las noticias por la prensa, sin tenerlas de primera mano. Y cada vez que se veía un atisbo de esperanza ibamos a entrenar con una sonrisa estúpida".
"Hemos llegado a un límite difícil de soportar" ha declarado Alex Mumbrú, subrayando que la deuda es "mucho mayor" de la que ha manifestado una y otra vez el hasta ahora máximo accionista del club, Gorka Arrinda. El plan de pagos negociado el curso pasado, fue respetado durante un breve espacio de tiempo, y desde hace meses ni se pagan retrasos ni la actual nómina de los jugadores.
Mañana, sin duda, Miribilla arderá más que nunca.