Cada vez que alguien fallece es frecuente escuchar el tópico "siempre se van los mejores", pero en en caso de Nilo Merino, el dicho y la realidad guardan una estrecha relación, y uno de los hombres más queridos en Torrelavega ha fallecido en la tarde de hoy.
La fatalidad se cruzó en el camino de Nilo el pasado día de nochebuena, cuando en la mañana se dirigía hacia su despacho. Una conductora lo atropelló en un paso de cebra causándole graves heridas que, once días después, no ha podido superar, falleciendo esta misma tarde en la UCI del hospital santanderino de Valdecilla. Desde el fatídico accidente, la sociedad torrelaveguense ha seguido con preocupación su evolución, ya que Nilo ha sido una de las figuras más queridas en la historia reciente de la ciudad.
Si por algo destacaba Nilo Merino era por su carrera como abogado que se inició hace 45 años, y en la que había logrado un merecido prestigio. Tenía ubicado su despacho en el centro de la ciudad y contaba con el trabajo de tres de sus seis hijos; además, era el presidente de la Sociedad Coral de Torrelavega y miembro del Grupo Quecus. Pero si algo tiene que agradecerle la ciudad es su gran labor al frente del baloncesto, ya que bajo su presidencia el Caja Cantabria (actual Cantabria Lobos de LEB Bronce) alcanzó la liga ACB en el año 1997 ascendiendo en la que es hasta la fecha una de las mayores gestas deportivas de la ciudad.
En aquella inolvidable noche del 20 de mayo, el equipo entrenado por Quino Salvo, y liderado por el norteamericano Bob Harstad derrotaba al Breogán de Lugo en un quinto partido con el Pabellón Vicente Trueba rebosante que no pudo albergar a la volcada masa social torrelaveguense.
Apenas unos meses después, Nilo y su gente habían obrado el milagro y en un remodelado Vicente Trueba, y con los apoyos necesarios para un equipo querido por todos, el Caja Cantabria jugaba su primer partido en la ACB ante su público ante un Festina Juventut donde destacaba Andy Toolson. En aquel equipo figuraba como capitán un joven Luis Merino, hijo de Nilo, y que desde el puesto de base había contribuido al ascenso del club hasta la ACB.
Apenas un año después, con la conversión del club en Sociedad Anónima Deportiva, Nilo abandonó la presidencia dejando el listón muy alto. Tras su marcha el equipo comenzó un descenso en picado que le llevó a perder masa social, apoyos económicos, y todo su prestigio al ir precipitándose desde la ACB hasta la LEB Bronce.
La capilla ardiente tendrá lugar en la Fundación Asilo de Torrelavega donde la ciudad podrá mostrarle el más sincero pésame.
Todos aquellos que te conocimos jamás olvidaremos tu gran labor por este equipo y por esta ciudad. Descanse en paz, Nilo Merino Campos.